Única y muy diferente, son las palabras con las que el médico anestesiólogo del Hospital General del Estado, Alejandro de Esesarte Navarro describe la pandemia por el Covid-19.
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‘’Ya no es lo mismo trabajar con un paciente pensando si es o no es sospechoso, portador sintomático o asintomático del virus, a diario estamos en contacto con la vía aérea de los pacientes, con la probabilidad de contagiarnos’’, detalló.
Comentó que entre las situaciones más difíciles aunque cotidianas, está llegar a casa y no poder abrazar a sus hijos, pues, antes que nada, debe retirarse la ropa con la que llega de trabajar y debe tomar un baño, está situación, dijo, lo ha llevado a cambiar su rutina diaria.
Compartió que su hija pequeña le dice: “Papá ¿ya te puedo abrazar?”, situación que lo entristece; sin embargo, dice que a su corta edad ella entiende lo que es la sana distancia para no enfermarse.
Alejandro dijo sentir frustración ante la gente que no se cuida, que no se queda en casa, ya que en el Hospital General hay cientos de personas que se arriesgan cada día dando lo mejor de sí mismos por que los demás mantengan su salud.
‘’Sentiría mucha tristeza si llego a enfermarme y no pudiera regresar a mi casa, la familia es lo más importante y cada quien debe velar por la suya, le pido a Dios que me ilumine para poder hacer todo bien, desde colocarme el traje hasta quitármelo y no me contagie’’, expresó.
El anestesiólogo envió un mensaje a la gente pidiendo que valoren la importancia quedarse en casa, no salir a la calle, pues el riesgo de contagiarse es muy grande, y de que el hospital se sature y no se pueda atender a todos es aún mayor.
“Hemos visto pacientes muy mal, que no sabemos si van a poder salir adelante, si podremos retirarles el ventilador, lo importante no es el respirador, lo importante es que no lleguen a necesitarlo, aseveró.