Caborca, Sonora.- En un lapso aproximado de 10 horas entre el sábado y el domingo, acciones al parecer ligadas a la actividad del crimen organizado en Caborca, Sonora, costaron la vida de cinco hombres en hechos que iniciaron cerca de las 18:00 horas del pasado sábado y culminaron la madrugada de ayer domingo.
El primero de estos hechos ocurrió a la hora ya citada cercad la estación de Bomberos de Caborca, donde dos jóvenes, identificados como Alfonso V. L. y Miguel Eduardo Á. C. de 27 años y 22 años respectivamente, fueron privados de la libertad y subidos por hombres armados a un vehículo Toyota Cambry color guinda.
Tras esto se inició una persecución por parte de elementos de Seguridad Pública, quienes en un punto perdieron de vista la unidad, misma que salió del casco urbano con rumbo a Pitiquito.
Así, después de llegar a un punto aledaño al basurero municipal de Pitiquito, los criminales aprovecharon la soledad del terreno para ejecutar a los dos jóvenes, quedando uno de ellos en medio de la carpeta asfáltica y uno más en el asiento trasero del sedán.
UN SEGUNDO ATAQUE COBRA UNA VÍCTIMA
Aproximadamente 4 horas más tarde, bordeando las 22:00 horas del sábado, una segunda ejecución con armas de fuego tuvo lugar en calles del Centro de Caborca, esto frente a una conocida sucursal bancaria ubicada sobre la calle Obregón entre Adalberto Sotelo y avenida G.
La víctima, en este caso, fue identificada como Juan Filiberto C. quien salía del cajero cuando fue sorprendido por sus asesinos mientras se dirigía a su automóvil, una pick up blanca donde lo esperaban tres menores de edad.
En el sitio se localizaron 10 casquillos de armas de grueso calibre, mismas que fueron recogidas por peritos de la Fiscalía General de Justicia del Estado.
ENCUENTRAN OTROS DOS EN LAS VÍAS DEL TREN
Ya llegado el domingo, cerca de las 4:00 horas de la madrugada se tuvo conocimiento del hallazgo de dos cuerpos más, ahora sobre las vías del tren ubicadas el entronque a la comunidad conocida como “El Arenoso”, no muy lejos de donde hace unos días fueran emboscados elementos de la Policía Estatal de Seguridad Pública.
En este caso se tuvo conocimiento de que los cuerpos, aún no identificados, estaban maniatados, con bolsas de plástico en la cabeza y presentaban varias lesiones provocadas con arma de fuego.
Versiones extraoficiales indican una posible relación entre los tres hechos, mismas que indican un reacomodo en el organigrama de la delincuencia organizada en la región.
Al cierre de esta edición se tiene contemplado el mencionado número de muertes, mismas que podrían ya haberse elevado.