/ sábado 9 de septiembre de 2017

Tenemos esperanza de que siga vivo: hermana de policía sepultado

El oficial Juan Jiménez tiene 36 años y tres hijos

Juchitán de Zaragoza.- Han pasado casi 48 horas del terremoto que sacudió el centro y sur de México, pero familiares de las personas desaparecidas, como el policía Juan Jiménez, tienen fe de encontrarlo vivo bajo los escombros.

"Tenemos la esperanza de que lo encuentren con vida", explica a Efe Margarita Jiménez, hermana de este funcionario público que el pasado jueves, al filo de la medianoche, quedó sepultado en el edificio del Palacio Municipal de Juchitán de Zaragoza.

Este municipio del sureño estado de Oaxaca reporta 32 víctimas mortales, del total de 61 contabilizadas hasta la fecha a raíz de este poderos terremoto, el mayor desde 1932 en el país, de magnitud 8,2 en la escala de Richter.

Frente las ruinas de este emblemático edificio, y acompañada de su cuñada y su madre, Margarita llora desconsoladamente, presa de los nervios al saber que, a cada minuto que pasa, hay menos probabilidades de hallar a Juan con vida.

"Sí entra la llamada al teléfono, pero no contesta. Mi hermana le marcó hoy y sí entró", asegura la mujer.

Juan tiene 36 años y tres hijos, y empezó a trabajar en la Policía Municipal en Juchitán de Zaragoza hace 16 años.

El jueves en la noche hacía guardia en el edificio municipal, que se vino abajo parcialmente y es hoy un ejemplo del monstruoso impacto de este sismo en varios estados del país.

"Han sacado bastante ruinas, pero queda una parte en la que pueda estar", explicaba la hermana.

Frente al edificio, la familia escuchaba hoy cómo los especialistas en rescate de la Marina les pedían estar en calma pese "al momento de desesperación".

"Nos dicen que tengamos paciencia, que no quieren levantar el escombro así de rápido, porque se le puede caer encima", señaló la hermana.

Un policía experto en rescates explicó a Efe que el proceso de remoción de escombros y búsqueda de personas se hace muy cuidadosamente para evitar posibles daños.

Después de un primer análisis, una excavadora se encarga de quitar los primeros restos de la estructura, y cuando se halla un espacio entre escombros donde podría haber alguien, se envía un perro para que detecte si hay gente, viva o muerta.

De no encontrar nada, se prosigue otra vez con la excavadora hasta hallar el siguiente indicio.

De esta manera fue como este viernes encontraron una persona con vida entre las ruinas del Palacio Municipal, agregó.

/afa

Juchitán de Zaragoza.- Han pasado casi 48 horas del terremoto que sacudió el centro y sur de México, pero familiares de las personas desaparecidas, como el policía Juan Jiménez, tienen fe de encontrarlo vivo bajo los escombros.

"Tenemos la esperanza de que lo encuentren con vida", explica a Efe Margarita Jiménez, hermana de este funcionario público que el pasado jueves, al filo de la medianoche, quedó sepultado en el edificio del Palacio Municipal de Juchitán de Zaragoza.

Este municipio del sureño estado de Oaxaca reporta 32 víctimas mortales, del total de 61 contabilizadas hasta la fecha a raíz de este poderos terremoto, el mayor desde 1932 en el país, de magnitud 8,2 en la escala de Richter.

Frente las ruinas de este emblemático edificio, y acompañada de su cuñada y su madre, Margarita llora desconsoladamente, presa de los nervios al saber que, a cada minuto que pasa, hay menos probabilidades de hallar a Juan con vida.

"Sí entra la llamada al teléfono, pero no contesta. Mi hermana le marcó hoy y sí entró", asegura la mujer.

Juan tiene 36 años y tres hijos, y empezó a trabajar en la Policía Municipal en Juchitán de Zaragoza hace 16 años.

El jueves en la noche hacía guardia en el edificio municipal, que se vino abajo parcialmente y es hoy un ejemplo del monstruoso impacto de este sismo en varios estados del país.

"Han sacado bastante ruinas, pero queda una parte en la que pueda estar", explicaba la hermana.

Frente al edificio, la familia escuchaba hoy cómo los especialistas en rescate de la Marina les pedían estar en calma pese "al momento de desesperación".

"Nos dicen que tengamos paciencia, que no quieren levantar el escombro así de rápido, porque se le puede caer encima", señaló la hermana.

Un policía experto en rescates explicó a Efe que el proceso de remoción de escombros y búsqueda de personas se hace muy cuidadosamente para evitar posibles daños.

Después de un primer análisis, una excavadora se encarga de quitar los primeros restos de la estructura, y cuando se halla un espacio entre escombros donde podría haber alguien, se envía un perro para que detecte si hay gente, viva o muerta.

De no encontrar nada, se prosigue otra vez con la excavadora hasta hallar el siguiente indicio.

De esta manera fue como este viernes encontraron una persona con vida entre las ruinas del Palacio Municipal, agregó.

/afa

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