Tras llegar supuestamente a un acuerdo con el gobierno municipal de Puerto Peñasco y Sonoyta, así como con autoridades de la Jurisdicción Sanitaria VI de la Secretaría de Salud de Sonora, el grupo de manifestantes que el 3 de julio había bloqueado el paso a visitantes provenientes de Estados Unidos y que tenían destino turístico en este país volvió a cerrar el acceso que conecta con el puerto fronterizo de Lukeville, Arizona, evitando nuevamente el el tránsito libre a extranjeros.
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Horas antes de este hecho, el alcalde de Puerto Peñasco, Kiko Munro, había declarado que luego de ser escuchadas y valoradas las solicitudes de los inconformes dicho acceso había sido liberado. También, destacó que esto se había dado después de una reunión entre él, José Ramos Arzate, alcalde de Sonoyta, y el doctor Marco Antonio Ramírez Wakamatzu con líderes manifestantes que al final habían dicho que permitirían la entrada de personas de Sonoyta para actividades esenciales, cumpliendo las medidas de salud y seguridad implementadas en Puerto Peñasco.
Sin embargo, según información recopilada y expuesta en videos que circulan a través de las redes sociales, desde las 06:10 horas del lunes, resurgió el bloqueo a ciudadanos y residentes con motivos no esenciales, permitiendo la entrada únicamente a connacionales con comprobante de domicilio en ambas ciudades, lo que causó diversos conflictos y enfrentamientos.
Carlos Jácquez, señalado como líder de la agrupación “Sonoyta Unida Jamás Será Vencida” dio a conocer que la manifestación seguiría en pie debido al presunto incumplimiento por parte de las autoridades locales y estatales, reiterando que el ciudadano estadounidense no sería bienvenido por ningún motivo.
“No nos vamos a ir hasta que no haya una respuesta”, pronunció en un comunicado audiovisual. No obstante, según información proporcionada por Benjamín Morales, periodista independiente de Sonoyta, el bloqueo habría acabado con el acuerdo y la respuesta de las autoridades.
“Se dijo que se iba a liberar el acceso y que el gobierno del estado tenía hasta el miércoles para una respuesta, la cual sí hubo; pero la agrupación se dividió y unos 20 de los 60 que había retomaron las manifestaciones, cuando ese no había sido el acuerdo”.
Fue hasta las 18:00 horas que Isidro Arenas, en nombre de la representación de la gobernadora Claudia Pavlovich Arellano, se encontró con los manifestantes y explicó que se realizaría un oficio para plasmar las peticiones de los manifestantes, siendo la principal de estas la extensión de la clínica de salud triage, con mayor personal médico y de enfermería, en lugar de más cuartos de atención hospitalaria, sumado a otras mejoras en cuanto a la atención médica a residentes de Sonoyta.
LOS ACUERDOS CAÍDOS
Originalmente, se había logrado establecer que el filtro sanitario de ingreso a Sonoyta permaneciera en operación, homologando protocolos con el filtro de Puerto Peñasco, a fin que el turismo pueda entrar por esa frontera al país.
De igual forma se acordó que la Oficina de Convenciones y Visitantes de Puerto Peñasco debería habilitar y actualizar diariamente el listado de reservaciones de turistas y visitantes a ambos filtros sanitarios para validar quién se dirige a Peñasco, cumpliendo protocolos preventivos.
Entre otros puntos, el gobierno de Peñasco se comprometió a donar equipo médico preventivo como caretas de seguridad, cubrebocas, overoles y tanques de oxígeno, para que los aproveche personal de salud de Sonoyta como parte de la cooperación y colaboración para hacer frente a la pandemia.
Aunque pareciera que todo se había solucionado, de nuevo los manifestantes bloquearon la entrada de extranjeros a Puerto Peñasco en demanda de mejores tratos de los órdenes de gobierno.