Puerto Peñasco, Sonora.- Una pena histórica de 203 años de prisión logró personal de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) contra un individuo, sentenciado por los delitos de violación agravada y abusos deshonestos.
Rodrigo “N.”, de 32 años, recibió la sentencia por el Juez Penal gracias a los medios de pruebas presentados por la FGJE.
El sujeto se aprovechó de la confianza depositada por los padres de la víctima, de 10 años al momento de los hechos, derivado de los lazos familiares que los unían.
Además de los 203 años 3 meses de cárcel, por violación equiparada agravada acumulada en número de 21 y abusos deshonestos agravados reiterados, también deberá pagar 122 mil 854.23 pesos de multa.
Elementos de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC) han ejecutado, de enero al 19 de junio de este año, 32 órdenes de aprehensión por el delito de violación y 27 por abuso sexual.
Declaraciones de la persona menor de edad indican que el sujeto aprovechaba cualquier oportunidad para tocarla, incluso estando otros niños, sus familiares, pero siempre ocultándose.
En múltiples ocasiones, refirió la víctima, le pedía lo acompañara a ir por su esposa e hijos en el vehículo, la sentaba de copiloto incurriendo en abusos deshonestos.
Los tocamientos fueron subieron de intensidad. Entre marzo y abril de 2016, estando en el domicilio de Rodrigo, el sentenciado impuso la copula a la niña, después de esta fecha continuaron los tocamientos.
La perjudicada nunca dijo nada, ni sus padres notaron nada extraño, hasta ese momento. En diciembre de 2016 se mudó de domicilio junto con sus padres a Baja California.
En las vacaciones de 2017 los padres la mandan a Puerto Peñasco, a la casa de sus familiares, todo ese tiempo fue agredida sexualmente por Rodrigo “N.”, quien aprovechaba las mañanas cuando su esposa se iba al Gimnasio.
Al regresar a su casa, los padres notaron que cambios en la conducta: estaba de mal humor, por todo se irritaba, distanciada, bajaron sus calificaciones y no quería salir.
Además, descubrieron en su celular mensajes en el que usaba lenguaje sexual no apropiado para una niña, fue entonces que al confrontarla confesó los abusos que sufrió por parte de Rodrigo.
La menor fue capaz de identificar un aproximado de 21 violaciones sexuales, muchas de ellas sin exactitud de tiempo y modo como ocurrieron, por la inercia de su mente de querer borrar los recuerdos, por ello se acusó al imputado de los hechos que la menor fue capaz de identificar.
La Fiscalía ofreció al sentenciado el procedimiento abreviado por 65 años de prisión, pero asesorado por su abogado defensor lo rechazó. El 27 de junio fue llevado a juicio oral y se presentaron las pruebas incriminatorias en su contra.
Entre ellas el médico que realizó el dictamen ginecológico, la psicóloga que evaluó a la víctima, los padres de la menor y el contundente testimonio de la menor. El juez de juicio dictó fallo condenatorio el 28 de junio pasado.