En distintos hechos registrados en diversas zonas de la mancha urbana y periferia del municipio, se han contabilizado hasta el momento diez decesos en lo que va del mes, de los cuales cuatro fueron por accidente fatal, uno por sobredosis, uno más por suicidio y el resto por asesinato.
A inicios de este mes, elementos de rescate de diversas corporaciones atendieron el caso de suicidio de un menor de edad, así como de un turista originario de Somerton, Arizona, que se ahogó en la playa, en la carretera San Luis-Golfo de Santa Clara. Ambos casos, suscitados paralelamente. Horas más tarde, Cruz Roja, Bomberos Rurales y agentes policiales se movilizaron por una familia que sufrió su muerte en una aparatosa volcadura, en el kilómetro 5 de la carretera del ejido La Grullita, declarando el deceso de José Guadalupe “N”, de 50 años, Elsa Judith “N”, de 40 años, y Valeria, de 8 meses.
El pasado 8 de abril fue reportado el cuerpo de un hombre de complexión robusta, tez blanca y de aproximadamente 35 años, flotando en el canal Bacanora de este valle, mismo que hasta el momento la Agencia Ministerial de Investigación Criminal sigue trabajando para tratar de identificarlo. También, la noche siguiente se reportó ante las autoridades el caso de una persona muerta por presunta sobredosis, en las inmediaciones de la avenida Chihuahua entre las calles 15 y 16, identificándosele como Carlos “N”.
Otro caso fue el de un sanluisino hallado muerto en una parcela de la colonia Alemán, en el Valle de Mexicali, por herida de bala y quien más tarde se le identificaría como José Ángel “N”. A este, se suma que el pasado 11 de este mes agentes atendieron el asesinato a balazos de un hombre originario de Yuma, identificado como John Henry “N”, de 66 años de edad, suscitado en la inmediaciones de su domicilio en el callejón Obregón entre las calles 33 y 34.
El atentado más reciente fue el del asesinato a Francisco “N”, de 36 años, quien fuera despojado de su vida en la avenida Jazmín “B” y calle 36, posterior a un reclamo realizado a unos supuestos ladrones, quienes más tarde lo seguirían hasta su domicilio para dispararle en la cabeza.