Tratando de disminuir la ola de violencia que se está registrando en la ciudad, la policía y militares intensificaron los operativos de vigilancia en la ciudad y el valle, continuando con la instalación de filtros por parte de los soldados en los cruceros de mayor circulación vehicular.
A pesar de que constantemente y de manera sorpresiva el grueso del personal militar fuertemente armado fija vigilancia en los puentes que conducen a la colonia Topahue, hasta el momento no se ha reflejado algún resultado en torno a la disminución de los ataques armados que prácticamente están ocurriendo en toda la ciudad, especialmente en las colonias Progreso, Campestre, Altar y Topahue.
Las revisiones son aleatorias, solo a vehículos sospechosos, con el criterio debido a fin de afectar en lo mínimo a la ciudadanía. Aunque los policías y militares son vistos pasar constantemente por las colonias, los ataques con armas de alto poder no cesan.
Algunas agresiones han ocurrido a poca distancia de puntos de vigilancia de policías y militares, como el que tuvo lugar por el callejón Oaxaca y calle 22, cuando había militares y policías por la avenida Quintana Roo entre calles 21 y 22 (250 metros de distancia), así como en el de la avenida Libertad y calle 48, cuando había filtro por la avenida Obregón y calle 45.