Las zonas donde se concentra la población es donde se focalizan los conflictos más severos en materia de pandillerismo, “La Chula Vista 1”, “Chula Vista 2” y “Los Wonders”, que operan en el fraccionamiento “Chula Vista 3”, son los grupos que más conflictos generan.
El director de Seguridad Pública Municipal, Edgar Labra Zarate, acompañado por el supervisor del Departamento de Prevención del Delito, Armando León Félix y el oficial a cargo del grupo Antipandillas, Exon Oropeza; comentó que los jóvenes que provienen de hogares donde reciben poca atención son quienes integran estos grupos.
De acuerdo a la información proporcionada, las pandillas en San Luis están conformadas por jóvenes de entre 11 a 17 años, en su mayoría operan en el Este y Sur de la Ciudad, en la zona conocida como “los fraccionamientos”.
Son los conflictos de grupos antagónicos lo que lo lleva a pelearse con los integrantes de otras pandillas utilizando armas punzocortante, hechizas o bien de fuego.
“Con apoyo del Laboratorio de Análisis e Identificación Criminal se cuenta con un archivo de jóvenes con fotos, nombre, alías, sus puntos de operación, ese registro se alimenta a diario”, indicó.
Acerca de cómo aplican este programa de registro, el comandante Labra Zarate no quiso abordar más a fondo, debido a que aseguró se trata de trabajo de inteligencia que por cuestiones de seguridad no puede relevarse.
Por su parte el supervisor del Departamento de Prevención del Delito, León Félix, indicó que para prevenir la integración de jóvenes a las pandillas, se aplican programas como: “Policía en tu Barrio”, “Operativo Mochila”, “Escuadrón DARE”, entre otros donde hacen conciencia del problema en las familias.
“En los Operativos Mochila detectamos síntomas de riesgo como: Grafiti, Tatuaje, entre otros, a esos jóvenes los visitamos en sus hogares para apoyar a la familia”, indicó.
En cuanto a la detención de menores de edad en vía pública, Labra Zarate aclaró que la Policía no se dedica a detener adolescentes, sí se les encuentran en situaciones delictivas y de riesgo es cuando son canalizados a la comandancia.
“De ese tipo de casos tenemos entre 3 a 5 jóvenes por fin de semana, lamentablemente en algunos casos los papás no responden a nuestra petición de apersonarse y lo que procede es ponerlos a disposición del Ministerio Público o bien del DIF, cuando no cometieron algún ilícito”, finalizó.