Los restaurantes tienen un déficit de personal entre el 10 y 15 por ciento, lo que significa que tienen que derogar más en gastos de tiempo extra o dobles turnos y si se reduce la jornada laboral a 40 horas, las repercusiones pueden ser muy serias.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) en Sonora, Manuel Lira, informó que, en marzo del 2020, los empresarios del ramo estuvieron cerrados por espacio de cinco meses, con servicio solo para llevar.
“Un restaurante tiene un flujo para aguantar en esas condiciones dos meses sin tener las ventas normales, es lo que te da de margen un negocio, teníamos que negociar con los empleados, para que tuvieran un medio sueldo, respetándoles todas las prestaciones de ley, o a aquellos que querían una liquidación, se les hacía sin problema”.
Indicó que poco a poco fueron subiendo de aforo, les hablaron a los trabajadores, pero algunos de ellos ya estaban ocupados en otra actividad y eso los afecta, con el déficit antes descrito, esto, en una jornada laboral de 48 horas.
Asimismo, expresó que, si ahora se da un déficit de personal y al que se tiene se le debe reducir la jornada, la gran mayoría de los negocios del país son micro y pequeños, y el costo principal que se tiene es el de la nómina.
“Tendríamos que contratar más personal para cubrir los huecos que se van a generar por el ausentismo de esta gente que va a trabajar menos horas”.
Mencionó que lo que el organismo ha propuesto al gobierno federal es que sea gradual, que no se reduzcan de un solo golpe las ocho horas; que permitan pagar un salario por hora con todas las prestaciones de manera proporcional.
Además, dijo que tienen que darse una serie de adecuaciones a la Ley Federal del Trabajo para que esto no impacte de manera negativa a las micro y pequeños empresarios.
Comentó que, de no darse esto, esta gente que labora en ese tipo de empresas puede irse la informalidad por falta de certeza en muchos aspectos, con una ley laboral que no los protege adecuadamente.
“Hay que tener mucho cuidado y hacer un análisis de las implicaciones que van a disminuir de tajo muchas horas de trabajo; estamos de acuerdo con que los trabajadores puedan descansar más, pero debemos tener las herramientas necesarias para que nadie salga afectado”.