La primera ministra británica, Theresa May, dijo que no había "alternativa practicable" al uso de la fuerza en Siria, al anunciar que el Reino Unido se unió a a Francia y Estados Unidos en lanzar ataques contra Siria.
"Esta noche he autorizado a las fuerzas armadas británicas a llevar a cabo bombardeos coordinados y dirigidos para degradar las capacidades de armas químicas del régimen e impedir su uso", dijo en un comunicado.
Mientras que el presidente francés Emmanuel Macron anunció que Francia participaba en la operación en curso con Estados Unidos y el Reino Unido en Siria, precisando que los bombardeos estaban "circunscritos a las capacidades del régimen que permiten la producción y el uso de armas químicas".
"No podemos tolerar la banalización del empleo de armas químicas", explicó el presidente en un comunicado difundido de madrugada.
El pasado jueves el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, advirtió que hay riesgo de una guerra entre su país y Estados Unidos si Washington decide lanzar un ataque contra Siria.
"No podemos excluir ninguna posibilidad, lamentablemente, porque hemos visto mensajes saliendo de Washington que son muy belicosos", dijo Nebenzia a los periodistas en la sede de Naciones Unidas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció hoy ataques de precisión conjuntos con el Reino Unido y Francia contra las "capacidades de armamento químico" del Gobierno de Bachar al Asad en Siria.
Mientras que el secretario estadounidense de Defensa, el general Jim Mattis, afirmó que Washington envió un mensaje claro al líder sirio Bashar al Asad, por el uso de un arma química el pasado sábado en la región de Duma.