Lo primero que pasó por la mente de Juana Sánchez Alaniz, al recibir el diagnóstico de cáncer de mama fue el pensar en la muerte, pero gracias a que la enfermedad se detectó a tiempo y al apoyo que recibió de los médicos y familiares, logró salir ganadora de la lucha que emprendió hace 15 años.
La mujer de 67 años es esposa, madre de 4 hijos, abuela de 7 niños y bisabuela de 2 menores, dedicada actualmente a la atención de su hogar y de su familia; en sus ratos libres prepara hielitos de sabores para vender y acude a las reuniones del grupo “Elena´s” integrado por sobrevivientes de cáncer y personas que padecen la enfermedad.
Juanita, como la llaman cariñosamente sus familiares y amistades, es originaria de esta ciudad, ella tuvo a su primer hijo a los 21 años de edad y en su familia no hay personas con antecedentes de cáncer.
Recordó que un día, hace 15 años, notó la presencia de una “bolita” a un lado del seno izquierdo, la cual no había percibido antes. En ese momento no le dio mucha importancia, pues tenía la idea de que con el tiempo desaparecería.
A los pocos días, se percató que la “bolita” no desaparecía, por eso tomó la decisión de acudir a consulta médica al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en donde de inmediato la canalizaron a la institución en Mexicali para estudios especializados.
Luego de una serie de mamografías, ultrasonidos y biopsias, los médicos le indicaron que tenía cáncer de seno, que debía someterse a una cirugía y posteriormente a tratamientos a base de quimioterapias y radiaciones.
“Cuando me dieron la noticia de que tenía cáncer de mama me sentí morir. En ese momento, uno cree que se le acaba el mundo. Fue un proceso difícil. En algún momento perdí toda esperanza, pero gracias a que mi esposo siempre ha estado conmigo, que me ayudó en todo ese proceso y al apoyo de mis hijos, pude salir adelante. Mira, sigo aquí”, expresó.
A pesar de que el cáncer no ha vuelto a aparecer, Juanita sigue en revisiones médicas periódicas, además cuida su alimentación evitando la comida enlatada, las sopas de vaso, refrescos gaseosos y las comidas grasosas.
Platicó que recientemente localizó ganglios en la axila derecha, los cuales, por fortuna, no son malignos según los resultados obtenidos en los estudios clínicos a los que se ha sometido.