El ecólogo Martín Sau Cota, informó que a pesar de que desde hace tiempo se ha enseñado a la comunidad a separa la basura orgánica de la inorgánica, aún prevalece el problema.
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“En muchos establecimientos e incluso en casas, tienen esa buena costumbre, pero desgraciadamente no es así en el 100 por ciento de los comercios y hogares”
Agregó que todavía a la comunidad le falta establecer una cultura ecológica para que se pueda cumplir con el medio ambiente y evitar la contaminación, aunque es complicado debido a que irremediablemente se termina mezclándose.
Dijo que son varios problemas los que provoca la basura y que pueden poner en riesgo la salud de la población.
Entre esos problemas se encuentra la contaminación del agua, ésta se impurifica por la basura que tira en ríos y cañerías, en los lugares donde se concentra basura se filtran líquidos, conocidos como lixiviados, que contaminan el agua del subsuelo de la que, en nuestra ciudad, todos dependemos.
El problema es que, a pesar de que se le dice a la gente que separe la basura, no lo hacen, falta más conciencia ecológica para cuidar el ambiente
Martín Sau, ecólogo
Cabe aclarar que en los rellenos sanitarios los lixiviados no contaminan el agua ni el suelo porque están controlados y debidamente tratados.
Comentó que en lo que respecta al aire, los residuos sólidos abandonados en los basurales a cielo abierto deterioran la calidad del aire que respiramos, a causa de las quemas y los humos, que reducen la visibilidad, y del polvo que levanta el viento en los periodos secos, ya que puede transportar a otros lugares microorganismos nocivos que producen infecciones respiratorias e irritaciones nasales y de los ojos, además de las molestias que dan los olores pestilentes que se dan sobre todo en el basurero a cielo abierto.
Expresó que además de la contaminación de estos elementos, la mala gestión de los residuos tiene efectos perjudiciales para la salud pública y degradación del medio ambiente en general, además de impactos paisajísticos.
Asimismo, la degradación ambiental conlleva costos sociales y económicos tales como la devaluación de propiedades, así como la pérdida de la calidad ambiental.