Estas vacaciones de Semana Santa, Ana Lilia Villegas Flores sacrifica tiempo con su familia y no pudo salir fuera de la ciudad, porque cumplirá con su labor de socorrista voluntaria en la Cruz Roja Mexicana, atendiendo las urgencias que se susciten.
Ana Lilia es una mujer de 47 años de edad que ha permanecido en las filas de la benemérita institución durante 16 años ininterrumpidos, convencida de que ayudar a la comunidad es algo que deja grandes satisfacciones y es una misión de vida que todos deberían realizar.
Platicó que los domingos permanece 12 horas seguidas en la base operativa, así como los días festivos y cuando se requiere, dejando a un lado convivios familiares y otros acontecimientos importantes para ella, su esposo e hijos, pues considera que el trabajo voluntario que desarrolla en Cruz Roja Mexicana es un compromiso que debe cumplir.
La ama de casa dedica los domingos a servir a la población que está en situación de emergencia y así pasa las vacaciones de “primavera”, acudiendo a la Cruz Roja en los días “santos”.
“En un principio, mi familia me decía que dejara esta actividad porque no podía estar con ellos en días festivos o los domingos, pero ahora sí me apoyan y entienden mi trabajo dentro de la Cruz Roja. Se han dado cuenta, con el paso de los años, que es algo que me gusta, que disfruto el poder ayudar a la gente”, señaló.
Por lo general, en los días festivos y de vacaciones se incrementan los llamados de emergencia en esta institución, por lo que Ana Lilia se prepara física y psicológicamente para esta Semana Santa.
Recomendó a las personas que van a pasar unos días fuera de la ciudad, que conduzcan sus autos con precaución, que no ingieran bebidas embriagantes si van a manejar, portar el cinturón de seguridad y colocar a los bebés en la silla especial para auto.
La socorrista acaba de concluir un curso de Técnico en Urgencias Médicas (TUM), al considerar que la capacitación del personal de la Cruz Roja Mexicana debe ser constante para brindar una mejor atención a quien lo necesite