La experiencia de más de 30 años en la gastronomía internacional y nacional, así como la pasión por el arte de la cocina, se combinan en presencia del chef Sergio Alberto Portillo Soto, quien destaca por poner su sazón en cada alimento preparado en el Hotel Araiza de San Luis Río Colorado.
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El licenciado en Gastronomía, nativo de Veracruz, es respaldado por ser el chef de importantes hoteles y restaurantes dentro y fuera de México, sin embargo, encuentra un especial interés por agradar el paladar de puntos fronterizos como lo es esta ciudad.
“En las fronteras hay mucha diversidad de personas, por lo tanto, hay que ser inteligente a la hora de preparar un platillo, hay que saber qué es lo que distingue a cada región, las porciones, la sazón”, dijo.
“Entonces eso me gusta porque despierta en mí el lado creativo como chef, al buscar darle al comensal no solo un alimento con buen sabor, sino la experiencia de sentarse a disfrutar de un platillo montado de manera armónica y con la temperatura correcta, sea un plato a la carta o de buffet”, agregó.
Además de dar su toque internacional a las diferentes recetas de la casa, el chef Portillo Soto, comparte en Hotel Araiza, su secreto, su “cocina de autor” en la presentación de platillos creados por él mismo, los cuales son preparados de principio a fin por sus manos: un montaje y una sazón única que va de mariscos a cortes de carne, que agrupan “lo mejor de lo mejor”, según su paso como cocinero por restaurantes de México, Grecia, Francia, Italia, España, Noruega, Alemania y Puerto Rico.
EN EL GUSTO DEL CLIENTE
Manuel Esquivel, gerente de Alimentos y Bebidas del complejo hotelero, destacó que, con la llegada del chef de talla internacional, el Hotel Araiza continúa en esa tarea permanente de agradar al cliente, tanto al local como al visitante de fuera.
“Tenemos toda una logística de más de 20 personas en la cocina que respaldan a nuestro chef y cada uno está en el área en la que mejor se desenvuelve, lo que garantiza que el cliente salga satisfecho de haber decidido venir a nuestro hotel”, expresó.
Entre lo más pedido por el cliente al recinto local están las “machacadas norteñas”, los “chilaquiles del chef” y los diferentes cortes de carne, que acompañados por bebidas naturales y preparadas al momento y posteriormente de un poste en su punto, hacen de la visita a “La Fonda” del hotel, una vivencia digna de repetir.