Aunque al paso de los dos meses su esposa aún se muestra convaleciente y en resguardo domiciliario a causa del Covid-19, el comandante operativo de Bomberos Voluntarios de San Luis Río Colorado, Mario González, ha logrado salir airoso de la enfermedad y retomar sus labores dentro de la corporación, pero a costa de graves afectaciones a su bolsillo pues para que así fuera tuvo que hacer una inversión que supera los 65 mil pesos.
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Lo anterior, según compartió, para fármacos, pruebas de laboratorio, citas médicas, radiografías y oxígeno, entre otras cosas, sin descuidar los pagos como suministro eléctrico, agua, servicios de la casa y deudas, poniendo en duda las posibilidades de sobrevivir en cientos de casos positivos que no cuentan con los recursos necesarios ni seguridad social en esta ciudad fronteriza.
Él y su esposa fueron diagnosticados durante la segunda semana de junio; ella con complicaciones en la oxigenación desde el principio, mientras que González comenzó a mostrar síntomas como fiebre y dificultad para respirar a partir de la segunda semana.
“Hasta la fecha, mi esposa utiliza oxígeno. Por mi parte, no tuve problemas con los pulmones, pero ahora tengo la dificultad de que me `falta el aire´. Tuve fiebre con 39 grados centígrados durante nueve días y me tuve que medicar bastante”, destacando que parte de su tratamiento eran fármacos para evitar la coagulación de la sangre.
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A su vez, dijo que como parte del tratamiento mantuvieron una dieta sin carnes, harinas, azúcares ni nada que aumente los niveles de colesterol, triglicéridos y glucosa que motiven una diabetes o problemas de sobrepeso.
Por último, dijo que como bombero es difícil regresar al trabajo, en donde se tiene que enfrentar a las llamas y a una posible recaída, debido a que su trabajo exige estar en contacto con la gente y moverse por toda la ciudad atendiendo emergencias, aun teniendo trajes de protección, mascarilla con cubrebocas y guantes.
“Hay que quitarnos las vendas de los ojos, porque aún hay incrédulos. La gravedad de esto lo estoy viendo en mi esposa y lo sufrí económicamente; ahora nos estamos cuidando el doble porque ya nos enfrentamos una vez al virus y una segunda vez no creo que nuestro cuerpo lo soporte”.