Familias que residen en la colonia Topahue tienen dificultades para trasladarse, debido a que en ese sector de la mancha urbana no se cuenta con servicio de transporte público como “peseras” y los “taxis” no ingresan a esa zona.
Las personas que carecen de automóvil propio deben recorrer grandes distancias caminando o en bicicleta para ir a los supermercados, papelerías, oficinas de gobierno, escuelas, centros de trabajo y otros lugares, pues destacan que sus casas se localizan lejos de “la civilización”, es decir, de colonias que están más pobladas.
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La gente con la que se platicó sobre la falta de transporte público tiene su domicilio al sur de la ciudad, en donde no hay calles pavimentadas ni servicios de energía eléctrica y, en algunos casos, tampoco tienen agua potable.
Las madres de familia señalaron que para llevar a sus hijos a la escuela deben caminar hasta por una hora. También batallan cuando a sus hijos les piden en la escuela determinados materiales escolares, pues no cuentan con papelerías cercanas a su domicilio.
Otros residentes de la colonia Topahue comentaron que, aunque tienen un carro en casa, es utilizado por el padre de familia para ir a trabajar, por lo que la ama de casa debe esperar a que llegue para poder ir al centro a hacer compras o para hacer trámites en oficinas de gobierno.
Un aspecto que resaltaron los vecinos de la avenida Haití y calle 26; avenida Jamaica B y calle 20 y avenida Kwait entre las calles 16 y 17, es que a la hora que salen fuera de la colonia tienen dificultades para regresar ya que la mayoría de los “taxistas” no entran a este sector, sobre todo en las noches, por el riesgo que eso implica pues es una zona de la ciudad que carece de alumbrado público por lo que consideran peligroso transitar por ahí.
Destacaron que los taxistas que sí los llevan hasta la colonia Topahue, les cobran alrededor de 150 pesos si lo “toman” en el centro de la ciudad, por lo que para muchos esa no es opción. Mientras que otras personas tienen bicicleta para trasladarse a cualquier lugar, incluso a sus lugares de trabajo.
VECINOS AFECTADOS
Por su parte, Bertha Urieta, de 70 años de edad, dijo que vive al sur de la ciudad desde hace 2 meses, en una casa prestada. Platicó que en su casa tienen un carro, pero ella no sabe manejar.
“Es mi esposo quien maneja. Yo no, así que tengo que esperar a que llegue del trabajo para que me lleve a hacer mis mandados. Si hubiera peseras para este lado me iría al centro a hacer mis pagos y compras, pero no, no hay”.
Rosa Isela Grijalva, de 42 años, externó que a falta de transporte público se traslada a su trabajo en bicicleta. “Tenemos una bici mi esposo y yo. Una para los dos y nos turnamos para usarla”.
Rosa Grijalva mencionó que trabaja en el relleno sanitario recolectando materiales de reciclaje para vender y obtener dinero. “Trabajo en el ´dompe´, en la pepena de basura. Me voy en la bici y también en bici me voy a vender lo que junto”.
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Apuntó que la mayoría de los taxistas no entran a la colonia Topahue. “Cuando agarro el taxi, el taxista me deja en el canal y pues ya de ahí me vengo caminando hasta mi casa. Del canal hasta acá está lejos, pero ni modo”.
La señora Edith Guadalupe Pérez, madre de dos niños de 4 y 6 años, refirió que, para llevar a sus hijos a la escuela, debe caminar aproximadamente 1 hora. “La verdad sí batallamos mucho porque no hay peseras para acá. Ojalá pusieran una ruta. Eso nos ayudaría mucho”.
“Tenemos 10 años viviendo aquí, sin luz. Agua sí tenemos. Yo trabajo en el campo, aquí en el valle”, puntualizó.