Comerciantes ambulantes del primer cuadro de la ciudad, muestran incertidumbre y preocupación sobre el futuro de sus negocios, al desconocer cuál será el comportamiento de la pandemia por Covid-19 y las medidas que implementará el gobierno en los próximos días, pues temen que éstas, pudieran afectar, aún más, su economía.
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En un recorrido por el primer cuadro comercial, se platicó con Adrián Azamar, dedicado, desde hace 7 años, a vender carteras, bolsas para dama, mochilas y ropa para ambos sexos en un puesto semifijo que atiende con el apoyo de familiares.
El señor Azamar contó que la situación se ha tornado difícil desde mediados de marzo, cuando las autoridades de gobierno dieron la instrucción de suspender toda actividad comercial considera no esencial, entre las que se incluyó su pequeño negocio.
“Permanecimos cerrados por tres meses, acatando la disposición del gobierno y apenas volvimos a abrir hace dos semanas, pero la verdad, las ventas están muy bajas, no hay gente en el centro. Nos llegan pocos clientes. Hay días en que, de plano, no se vende nada”, dijo.
El comerciante refirió que hace 14 años llegó a esta frontera, procedente de Veracruz, con el objetivo de trabajar. Además, comentó que tiene 2 hijos, uno de ellos está por ingresar a la universidad y el menor cursa la primaria.
“Mi hijo mayor va a entrar a la universidad. Tengo que pagar 800 pesos para el examen de admisión. Quiere estudiar ingeniería industrial. Ojalá todo mejore porque los pagos no esperan”, apuntó.
En el tiempo que estuvo sin trabajar, Adrián pudo sacar adelante los gastos de su hogar haciendo uso del dinero que tenía ahorrado, aunque después se vio en la necesidad de pedir prestado para hacer los pagos pendientes.
“Ahora, gracias a Dios ya volvimos a abrir. No nos ha ido como quisiéramos, pero tenemos Fe en que las cosas van a mejorar. Vivimos con la incertidumbre de no saber qué va a pasar, de no saber cuál será el comportamiento del virus y de las medidas que va a tomar el gobierno”, externó.
CAMBIÓ LA VENTA DE ARTESANÍAS POR LA DE CUBREBOCAS
Por otro lado, Margarito Marcelo Crescencio, vendedor ambulante en el área de la línea internacional, indicó que, aunque no ha dejado de trabajar en esta cuarentena, sí se ha visto afectado por la reducción de sus ventas, tras la prohibición del cruce a Estados Unidos a la gente con visa de turista, lo que ha generado que haya menor presencia de clientes en dicho sector.
En este tiempo de contingencia sanitaria, Margarito Marcelo dejó de vender artesanías de cerámica y tanto él como sus familiares originarios del Estado de México, optaron por confeccionar y comercializar cubrebocas que, en la actualidad, tienen gran demanda entre la población.
“Con todo esto del coronavirus tuvimos que cambiar nuestra mercancía, ahora estamos vendiendo cubrebocas y sí nos ha ido bien con las ventas porque mucha gente los busca para protegerse”, explicó.