Lo que para muchos ha sido una oportunidad para seguir adelante con un ritmo de vida que bastante se ha visto afectado por la contingencia sanitaria, el regreso a clases ha sacado a relucir actividades que hoy enfrentan una crisis que será difícil de superar, como es el caso de proveedores de uniformes y útiles escolares, así como papelería en general, quienes en conjunto han percibido una baja del 80% que se restarán de la derrama económica local.
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Debido a la modalidad a distancia implementada actualmente por el sector educativo, los estudiantes no se ven en la necesidad de portar falda, playera o pantalón que sean distintivos de las respectivas instituciones a las que forman parte, situación de la que Maripaz Sosa, encargada de céntrico negocio de ropa y venta de uniformes ubicada sobre la avenida Madero y calle 2, ha sido testigo y de lo cual compartió que ha vendido menos de 100 conjuntos para el nivel básico, siendo esta una cifra que contrasta con los 7 mil vendidos en el anterior ciclo escolar.
“El problema fue que estos uniformes se mandaron a producir hace seis meses y hoy estamos pagándolo, sin obtener ganancias; en el centro de San Luis Río Colorado existimos al menos tres proveedores y nadie está comprando. Si antes estábamos mal, ahora está pésimo”, dijo y agregó que llevan meses con más del 90% de pérdidas, algo que no habían vivido en más de 50 años de negocio.
“Entre kínder y primaria solíamos vender más de 3 mil uniformes, siempre se vendían tres playeras por cada falda o pantalón. En secundaria era poco más de 4 mil; lo que ahora se vienen ahorrando las familias es un aproximado de 280 pesos por niña y 290 por niño”.
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SE “OLVIDAN” DE HOJA Y PAPEL
Aunque de manera indirecta y debido a que han sido “olvidados” por la gran mayoría de la matrícula estudiantil de esta ciudad a causa de las nuevas Tecnologías de la Información que se convirtieron en las herramientas más procuradas en este nuevo ciclo escolar, se ha reducido la adquisición de cuadernos, hojas de papel, carpetas, monografías, pinturas, colores, papel para forrar, borradores y juegos geométricos hasta en un 70% en general.
Al respecto, María de Jesús Carrillo, propietaria de conocida papelería ubicada en la avenida Libertad y calle 43, dijo que han tenido que adaptarse a las nuevas necesidades vendiendo impresiones y servicios en línea, muy requeridos por los alumnos.
“Lo que más pedían antes eran las libretas. Yo vendía 20 cajas de 1 mil piezas, a 22 pesos cada una, pero ahora solo he vendido con dificultad unas 250 unidades. Ni siquiera plumas o lápices”, dijo.
A su vez, destacó que con lo que más obtenían ganancias era con los llamados paquetes escolares, los cuales para estudiantes de colegios privados resultaba en un gasto entre 800 y 1 mil 500 pesos, mientras que para el alumno de escuela pública era de 500 a 90 pesos, dependiendo las posibilidades del padre de familia.
“De 300 clientes que solíamos tener al día, ahora solo nos llegan a visitar como mínimo 50 y solo para imprimir algo”, agregando que la venta se dificulta debido a la falta de personal y que las personas ya no pueden ingresar al establecimiento, lo que también les hace perder clientela, algo que nunca vieron en 25 años de negocio.