En regiones desérticas como en la que se ubica esta ciudad, en donde las temperaturas climáticas en verano son cercanas a los 50 grados centígrados, es importante extremar precauciones con las mascotas para evitar complicaciones de salud que podrían causarles la muerte.
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La médico veterinariozootecnista, Guadalupe Del Toro, dijo que los animales son especialmente vulnerables a enfermarse con el calor, sobre todo, se refirió a los perros y gatos que la gente tiene como mascotas en sus casas, a los cuales, dijo, se debe cuidar muy bien para prevenir que se infesten de garrapatas y que contraigan enfermedades gastrointestinales, dermatitis y alergias en la piel, así como otitis, golpes de calor y deshidratación.
Las enfermedades en mención se presentan, por lo general, cuando aumentan las temperaturas, es decir, durante la primavera y el verano.
Guadalupe Del Toro refirió que con el calor empiezan a aparecer las garrapatas y los mosquitos que pueden transmitir a los perros y gatos enfermedades como la ehrlichiosis.
La infestación de garrapatas se puede prevenir o tratar con diferentes productos como pastillas, pipetas, inyecciones subcutáneas, baños con líquidos o shampoo garrapaticida, dijo.
En el verano algunas mascotas sufren golpes de calor por estar expuestos a un aumento brusco de temperatura, provocando una descompensación del organismo que pudiera causar la muerte del animal.
Los síntomas del golpe de calor son: temperatura corporal superior a los 40.5 grados centígrados, salivación excesiva, jadeos, respiración acelerada, temblores, tambaleo al caminar y, en ocasiones, convulsiones. En estos casos la mascota podría perder la conciencia y morir, por lo que es de suma importancia llevarlo al médico veterinario de inmediato.
Para bajar la temperatura del perro se recomienda usar agua fresca, no con hielo, puede ser de la manguera y, por supuesto, quitarlo del sol.
Otro problema de salud característico del verano, es la deshidratación que puede ser grave o mortal, cuyas causas pueden ser vómitos, diarreas, golpe de calor o problemas renales.
Un signo que indica que la mascota está deshidratada es: si jalamos la piel unos centímetros y la soltamos y tarda en volver a su posición normal está deshidratado.
Algunos síntomas de la deshidratación son encías secas, saliva espesa, orina oscura y ojos hundidos, por lo que se recomienda llevar al perro o gato al veterinario para que dé un tratamiento oportuno.
Otras enfermedades que padecen las mascotas durante el verano son la gastrointestinales, principalmente, por comer sobras de alimentos echados a perder, lo cual les puede provocar vómito, diarrea y, por lo tanto, deshidratación. Lo ideal es alimentar a los perros y gatos con croquetas.