Normalmente, cuando comienza el calor, se revisan los pozos y las albercas, en busca de la amida de la vida libre, una bacteria que puede ser mortal, aunque últimamente no ha sido detectada en ninguna piscina de la ciudad, ni pública ni privada.
La coordinadora de la Unidad de Regulación Sanitaria, Guadalupe Gallardo Romero, informó que hasta ahora, no han hallado la bacteria, a pesar de que continuamente revisan las albercas de la ciudad.
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“De hecho, los propietarios de las albercas deben hacer sus propios muestreos cada 15 días, lo pueden hacer en Mexicali, por ser la ciudad más cercana con un laboratorio especializado, hasta ahora, no hay nada”.
Externó que, en el caso de la dependencia, ellos revisan las instalaciones de manera aleatoria, unas dos por semana, para verificar que el agua se encuentra limpia y apta para ser usada, se envía el muestreo a la capital del estado para que lo analicen en el laboratorio estatal.
Asimismo, dijo que, en la ciudad, hay por lo menos 52 albercas, entre pública y privadas, que deben cumplir la revisión para poder recibir la autorización correspondiente.
Expresó que cuando les van a otorgar la licencia (dura cada 2 años), la dependencia hace el estudio de agua y se analiza.
Además, comentó que una vez que hayan tomado la licencia, cada año deben llevar un curso acerca del cuidado de las aguas de las albercas, para evitar la presencia de la amiba.
“Cuando llegue el verificador los propietarios deben tener ya las muestras de laboratorio, con el fin de que puedan operar sin problemas”.
NINGÚN FALLECIMIENTO
Gallardo Romero indicó que, históricamente, en San Luis no se ha dado el deceso de ninguna persona a causa de la amiba, el último caso que se tiene registro fue un caso fatal que se presentó en Mexicali, Baja California, en 1992.
“Nunca ha pasado en San Luis, pero en dado caso de que ocurriese algo, se tendría que suspender la actividad, con el fin de evitar más casos”.
Si se detecta la amiba en alguna alberca, el propietario debe limpiar y desinfectar el agua, a fin de que la bacteria esté ausente y se pueda usar el sitio sin problema.
CONSECUENCIAS
De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la meningoencefalitis amibiana primaria (MEAP) es producida por la amiba, que invariablemente ocasiona la muerte del enfermo.
El período de incubación varía de dos días a tres semanas dependiendo del tamaño del inóculo y de la virulencia del organismo invasor.
La aspiración de agua o aire que contiene amibas les permite alcanzar el epitelio olfatorio de la mucosa pituitaria y penetrar a la cavidad craneal a través del nervio olfatorio, constituyéndose así la ruta de diseminación de las amibas a otras partes del encéfalo.
Dado que la invasión es muy rápida, hay destrucción del tejido nervioso (necrosis hemorrágica) de prácticamente todo el encéfalo.
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