Ni una pandemia detuvo a la señora Silvia Viveros Mosqueda quien desde hace 11 años prepara comida para compartirla con la población vulnerable de la colonia Reforma, principalmente, con los niños y las niñas.
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Antes de la crisis sanitaria por Covid-19, Silvia Mosqueda recibía a decenas de menores en su casa donde tiene instalado un comedor comunitario. Sin embargo, a raíz de la contingencia de salud optó por llevar los platos de comida a domicilio para evitar riesgos de contagios entre los beneficiados.
En la actualidad reparte a diario alrededor de 40 comidas recién hechas, las cuales prepara de acuerdo a los ingredientes que en ese momento tiene en la alacena de su casa, pues los adquiere con recursos económicos propios y también con ayuda de su familia y algunas personas de la comunidad que colaboran periódicamente con esta noble causa.
Silvia Viveros detalló que está analizando la posibilidad de atender nuevamente a los niños en las instalaciones del comedor ubicado en la avenida Hortensias entre las calles 35 y 36, sin descuidar las medidas sanitarias.
“He estado colocado ropa y zapatos en el patio de mi casa para que lleguen los niños que lo necesiten. Ellos escogen las cosas que quieren y se las llevan a su casa. Yo les doy lo que puedo. Son cosas que la gente me da y yo las comparto con mis niños”, externó.
“Voy a seguir ayudando a los niños mientras Dios me lo permita. Me gusta verlos contentos cuando reciben la comida y los regalos que a veces les llevo”, puntualizó la señora Viveros Mosqueda.