Durante el mes de octubre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) fomenta programas integrales de lucha contra el cáncer de mama, dando prioridad a estrategias de prevención y detección oportuna con base en la autoexploración y mastografía.
RECIBE LAS NOTICIAS DIRECTO EN TU WHATSAPP, SUSCRÍBETE AQUÍ
Para tener un buen pronóstico al padecer cáncer de mama, es fundamental la detección oportuna y atención temprana, ya que cuando se presenta una lesión en estado avanzado cambia la expectativa y puede complicarse.
Médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) resaltaron que algunos factores de riesgo de esta enfermedad son, el inicio de la menstruación antes de los 12 años de edad, menopausia después de los 50 años, no haber tenido hijos y el primer embarazo después de los 30 años.
Otro factor de riesgo es la ausencia de lactancia al seno materno, obesidad antes y después de la menopausia, uso de anticonceptivos por tiempo prolongado y antecedentes familiares directos como la abuela, madre y hermanas con cáncer mamario.
El cáncer de mama no puede prevenirse, la detección oportuna es la única opción para poder descubrir a tiempo esta enfermedad, lo que significa que, para disminuir las muertes por cáncer de mama, las mujeres deben ser diagnosticadas en etapas tempranas.
Para realizar el diagnóstico oportunamente es necesario intensificar, de acuerdo a la edad de cada mujer, las tres acciones básicas de detección: autoexploración, exploración clínica y mastografía.
El director de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 38 del IMSS, Óscar Castro Guevara, refirió que uno de los procedimientos eficaces para la localización de la enfermedad es el estudio de mastografía, el cual se practicará dentro de una jornada a realizarse en la ciudad del 4 al 16 de noviembre, a mujeres derechohabientes del Seguro Social.
Otros de los factores que influyen en la aparición del cáncer de mama son: una alimentación rica en carbohidratos y baja en fibra; dieta rica en grasas tanto de origen animal como ácidos grasos trans; obesidad, principalmente después de la menopausia; sedentarismo; consumo de alcohol mayor a 15 gramos por día y tabaquismo.