Las clases en línea van a seguir adelante, a pesar de que las autoridades de Salud levanten la contingencia, porque ha habido muy buena respuesta de parte del alumnado a ese esquema educativo.
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La directora del Centro Universitario de Tijuana campus San Luis Eloína Mendoza Puebla, informó que originalmente, la idea era retomar las clases presenciales en mayo, porque habría el entendido de que las autoridades de Salud les iban a permitir volver en ese mes, una vez que se haya levantado la cuarentena.
“Luego, recorrieron la fecha para los primeros días de junio, pero la Secretaría de Educación nos envió un oficio para las escuelas que tenemos planes de cuatrimestres que estaba prohibido el regreso, por lo que teníamos que mantenernos en línea”.
Agregó que el cuatrimestre arrancó en línea y así se ha mantenido, lo que se ha hecho este período es obtener nuevas herramientas tecnológicas, aumentar la capacitación al personal docente, auxilia a los alumnos con equipo, etcétera.
Dijo que por este sistema de clases por internet, sí se presentó una reducción de la matrícula de alrededor del 10 por ciento, mientras que el 90 por ciento sí se reinscribió en el plantel.
Las razones por las cuales hubo gente que no renovó su lugar en la escuela, fue porque querían a fuerzas tener clases presenciales, debido a que no les gustan por internet, o no tienen las facilidades o porque trabajan.
“Pensábamos que las clases en línea iban a afecta la reinscripción, pero vimos que no fue así, en abril a teníamos el 70 por ciento de los alumnos inscritos en la institución”.
Además, la institución tiene nuevos ingresos en la misma, incluso, los tiene también para septiembre, que posiblemente sea el mes en que regresen a clases presenciales.
“Pero lo que estamos viendo, es que tal vez todo septiembre sigamos con clases en línea y nos estamos preparando otras plataformas, para que sea más efectivo el aprendizaje y que sea más interactivo”.
Las clases en línea han sido de mucha utilidad para la educación un pequeño porcentaje de alumnos las han rechazado, porque prefieren el método presencial, por ser más común más “sencillo”.