En la actualidad, se ha reducido la cantidad de cerdos que son sacrificados en el Rastro municipal y eso hace pensar que la matanza clandestina de esos animales ha crecido y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) no ha hecho algo para detenerlas.
El delegado de la Unión Ganadera Raúl Héctor Romero Cota, informó que, antes, solamente traían puerco grande, y los chicos (de 100 kilos) los mataban en otras partes.
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“Ahorita, solamente han traído cuatro vacas y un cerdo, eso quiere decir que los matan en otro lado, es la única explicación de tan bajos números”.
Agregó que en base a lo que dice Cofepris, el animal que va a consumo humano tiene que sacrificarse en un Rastro.
Si se va a consumir en casa de uno, ahí lo puedes matar, pero ya comercializar la carne, eso no puedes hacer; pero, si va a parar esa carne a un establecimiento, tiene que verificar la dependencia para que no haya problema
Cuestionó la actividad de la Secretaría de Salud o de Cofepris para verificar esta situación, que, aparentemente, no han hecho nada para frenar esta actividad.
Dijo que se supone que los tienen que revisar carnicerías, supermercados, tiendas donde expenden carne.
“Es más, sé que los revisan, pero no sé por qué no les hacen algo; antes, los mataban y se los llevaban a los de que venden carnitas, pero ahora hasta a las carnicerías van a dar”.
Mencionó que 64 bovinos y 22 puercos son los que sacrifican, cuando antes por cada res sacrificada, eran entre cinco y diez puercos, estas son cifras de lo que va del año.
Comentó que la Secretaría de Salud no ha cuestionado a los propietarios de las carnicerías la procedencia de esa mercancía, y eso propicia que haya abigeato, es decir, que se roben los cerdos.
“A la gente les roban sus puerquitos, y no dicen nada, porque no saben cómo demostrar que son suyos”.
Manifestó que espera que las autoridades sanitarias hagan su labor para evitar problemas de salud entre la población, por comercializar carne de cerdo que es de dudosa procedencia.