De acuerdo con datos del Inegi casi tres millones de mexicanos que en 2020 salieron del mercado laboral, no han regresado a un trabajo formal, por lo que podrían estar dedicados a actividades, aunque remunerativas, informales, esto al tomar en cuenta que, por la pandemia, muchas empresas desistieron de sus empleados.
Aunque localmente no hay como tal un indicador del tema, muchos han sido parte del fenómeno que dejó a 12 millones de personas desempleadas en toda la república, por lo que se vieron en la necesidad de buscar nuevas fuentes de ingreso para sacar adelante el gasto corriente de la casa.
El mismo registro del Inegi muestra que la ocupación informal en enero de 2021 ascendió en comparación al 2020, es decir, muchos son los que han optado por trabajar fuera de la nómina de alguna empresa.
Miguel Sandoval, quien por años trabajó como guardia de seguridad fue retirado de su empleo durante el pico de la pandemia, al verse en dicha situación, con su liquidación o un ahorro extra, invirtió en traer ropa seminueva de Mexicali y venderla en los sobreruedas de esta ciudad.
“En mi trabajo, primero me recortaron días y después me corrieron, entonces yo busqué la manera de salir adelante, primeramente, por mi familia, mi esposa y mis hijos y decidí buscar a lo informal y dedicarme a la compra y venta de ropa y ahora que en mi anterior lugar de trabajo ya hay más jale la verdad es que ya no quiero volver porque aquí me va mejor”, contó.
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En el mismo caso está el señor Herminio, quien, trabajaba en un vivero, pero al ser muy poca la actividad en su área, decidió aceptar la cantidad que sus jefes le ofrecían para renunciar y lo invirtió en la venta de plantas que vende por toda la ciudad, mientras se traslada en una bicicleta que él mismo adaptó para su nueva labor.
“Lo que yo hago es que compro plantas y en mi casa las divido y las pongo en macetas nuevas y así las vendo, la verdad es que aquí me va mejor y no tengo horarios ni quien me esté molestando”, señaló.
SIN SEGURIDAD SOCIAL
La diferencia para quienes ahora se dedican a actividades informales, es que en su mayoría carecen de seguridad social y las diferentes prestaciones de Ley que en trabajos establecidos por obligatoriedad tendrían.
En México ha crecido el número de personas que, al quedarse sin un empleo formal, han optado por la informalidad de alguna actividad que les remunere para salir adelante