Al acercarse una de las festividades de mayor tradición en México, el 2 de noviembre, Día de Muertos, es común escuchar pláticas y leyendas urbanas sobre la aparición de fantasmas y otras experiencias paranormales, como las que cuenta la escritora Beda Domínguez en su libro “La herradura de los deseos”.
Los cuentos de terror y de apariciones son tan comunes que se han vuelto parte del folklore de las tradiciones mexicanas, habiendo leyendas de todo tipo que se cuentan en estos días.
En este libro, la escritora incluye el capítulo “El niño de la Madero” indicando que un muchacho al caminar por el centro de esta ciudad siente que alguien lo va siguiendo. El trayecto le parece una larga cuadra, como si caminara en cámara lenta. Se detiene justo antes de la esquina. De pronto experimenta un tirón en su ropa y la indignación sobrepasa a la desesperación y el estrés que siente en ese momento. Voltea bruscamente y no ve nada y sigue sin comprender el por qué escucha esos sollozos tristes, casi apagados, como de alguien muy solo, huérfano de afectos.
¿Qué te pasa? pareces asustado! Le dice un pequeño que de pronto ve frente a él. ¿Miraste si alguien me seguía desde la calle anterior, viniendo de la Tercera para acá?, le pregunta al niño.
No vi a nadie, solo a ti, que pareces un loco volteando para atrás y hablando solo, le contesta el niño con expresión burlona e irreverente, como que ya estás grandecito para que te dé miedo andar solito en la calle, ¿no?-No me da miedo, le refuta el joven mirándolo con desconfianza y rencor. No se explica qué hace un niño de aparentemente diez años de edad solo en la calle a esas horas de la noche... En ese momento, se da cuenta que el niño a quien vio es el ánima de un niño que fue asesinado hace muchos años ahí en el centro de la ciudad, y según versiones de la gente, solo lo ven y escuchan las personas a las que les falta poco tiempo para morir.
Según la vox populi, ese espíritu vaga desde la calle Tercera hasta la Segunda, por la acera de enfrente del banco Banamex, desde donde estaba la tienda Dorian´s hasta la Farmacia Santa Martha.
Esta y otras historias se pueden leer en el libro de Beda Domínguez, como el capítulo titulado “La herradura de los deseos” en el que señala que en la plaza comercial que se localiza en la avenida Colima y calle 26, la vox populi dice que en medio de este lugar se encuentra el trono del diablo, que si te atreves, las ánimas errantes te pueden conceder algún deseo. Solo tienes que ir ahí en la noche casi sin luna y pedirlo. Que para concedértelo solo tienes que tomar su mano y danzar con alguna de ellas y que de eso solamente tienes oportunidad una vez.