A 5 días de la celebración, del 2 de noviembre, Día de Muertos, empezaron a llegar a las florerías y viveros de esta ciudad las tradicionales flores de cempasúchil, representativas de las ofrendas para los fieles difuntos y están teniendo gran demanda.
Por el momento este tipo de flores las están adquiriendo los sanluisinos para elaborar altares de muertos en escuelas, hogares y oficinas. Sin embargo, se espera que el 1 y 2 de noviembre aumente la demanda, debido a que esos días los mexicanos acostumbran acudir a los panteones a visitar a sus seres queridos que fallecieron y le llevan ofrendas con diversos tipos de flores incluyendo el cempasúchil.
Judith Castro, empleada de una florería, indicó que la madrugada de este lunes recibió en su establecimiento una dotación de flores de cempasúchil en colores amarillo y anaranjado, las cuales fueron cultivadas en el Estado de México.
Las flores de cempasúchil se venden por bonche en 60 y 80 pesos. Aunque el Día de Muertos también tienen gran demanda otro tipo de flores como los pompones de colores y las gladiolas.
Por su parte, Angelina García, empleada de una florería del centro de la ciudad, comentó que el cempasúchil que ofrecen en venta proviene de la Ciudad de México y también de Ensenada, Baja California.
Indicó que ya cuentan con gran variedad de arreglos a disposición de los clientes que acudirán a los cementerios a pasar el 1 y 2 de noviembre con sus fieles difuntos.
Origen de la flor de cempasúchil
De acuerdo con la oficina de Servicios de Información Agroalimentaria y Pesquera del Gobierno de México, la flor de cempasúchil es considerada un ícono de este país.
La flor de cempasúchil simboliza el Día de Muertos en México, gracias a su color y aroma es uno de los elementos más representativos de las ofrendas para los muertos.
La flor de cempasúchil es originaria de México, su nombre proviene del náhuatl “Cempohualxochitl” que significa “veinte flores” o “varias flores”.
Nuestros antepasados asimilaban el color amarillo de la flor de cempasúchil con el sol, razón por la que la utilizaban en las ofrendas dedicadas en honor a sus muertos.
La tradición marca hacer senderos con las flores de cempasúchil, desde el camino principal hasta el altar de la casa con la finalidad de guiar a las almas hacia los altares.
La flor era considerada por los mexicas como un símbolo de vida y muerte.
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El tallo de la flor puede llegar a medir hasta un metro de altura, mientras que sus botones pueden alcanzar los cinco centímetros de diámetro.
En México se estima la presencia de 35 especies de la flor, de las 58 referidas para América.
En nuestro país, los estados de Guanajuato, Hidalgo, Michoacán y Estado de México son los que cuentan con las mejores condiciones de suelo y clima para la producción de cempasúchil. Dicha flor únicamente florece después de la época de lluvias.
Actualmente la flor de cempasúchil es utilizada para darle color a textiles, elaborar insecticidas y hasta como medicamento. Nuestros antepasados la usaban para aminorar los malestares del vómito, la indigestión y la diarrea.
