Uno de los aspectos que lleva a una pareja a tomar la decisión de adoptar un hijo, se deriva de lo que nos ha inculcado la sociedad sobre la estructura de la familia la cual debe estar integrada por papás e hijos.
De acuerdo a lo informado por la psicóloga Laura Álvarez Ríos, cuando un matrimonio opta por iniciar un trámite de adopción de un niño, niña o adolescente, lo hace, generalmente, porque no puede tener hijos biológicos e intentó un tratamiento médico sin resultado.
Te podría interesar: Se impartirán cursos de regularización de primaria gratis
En otras ocasiones, lo hacen por humanidad, pues adoptan a hijos de familiares que, por alguna razón, no pueden hacerse cargo de los menores y ellos (la pareja) se encarga de atenderlos, de criarlos y de brindarles un hogar.
La psicóloga refirió que la mayoría de las parejas adoptan a un niño para tener solidez como pareja, “algo” que los una y cree en ellos un vínculo que contribuya a tener bien estructurado el núcleo familiar.
A la hora de solicitar la adopción de un hijo es importante que tanto el padre como la madre estén de acuerdo en esta decisión y sean estables emocional y económicamente para que sean capaces de llevar el desarrollo del menor, brindándole amor, educación, formación en valores y otros aspectos.
Laura Álvarez destacó que en el caso de las parejas que ya tienen hijos biológicos y adoptan uno, es necesario que platiquen con ellos sobre el tema, previo a la llegada del nuevo miembro de la familia y también es importante que no hagan distinciones entre un hijo y otro.
Resaltó que antes de entregar a un niño o adolescente en adopción se requiere hacer una evaluación psicológica a los padres para tener la seguridad de que emocionalmente están preparados para educarlo.
Se presentan ocasiones, dijo, en que los niños o adolescentes que son adoptados, requieren de atención psicológica para tratar los problemas que vivieron con sus familias anteriores, ya que estos pudieran causarles traumas que ocasionan dificultades para adaptarse a su nueva familia.
Sobre las razones por la cuales algunas parejas prefieren acoger en sus hogares a bebés o niños y no a los adolescentes, Laura Álvarez externó que se debe a que los mayores de 9 años, por lo general, requieren de mayor tiempo para adaptarse a una nueva familia, tomando en cuenta que por las situaciones difíciles que vivieron son más desconfiados y manifiestan mecanismos de defensa porque no desean volver a sufrir. Sin embargo, no es imposible lograr que se integren a una nueva familia.
RECIBE LAS NOTICIAS DE TRIBUNA DIRECTO EN TU WHATSAPP, SUSCRÍBETE AQUÍ
Por último, la psicóloga puntualizó que los niños que han visto interrumpida la relación afectiva con su familia de origen y que han vivido en instituciones de protección, necesitan incluirse en el seno de una familia emocionalmente estable y segura que los ayude a reparar las secuelas de los daños físicos y emocionales que han vivido y que los apoye a reconciliarse con su pasado.