Lejos de desalentar el deseo por cruzar de forma irregular la frontera entre México y Estados Unidos, el calor extremo del desierto sonorense, no detiene a los migrantes en su paso ilegal al país vecino.
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De acuerdo con Martin Salgado Ames, presidente de la casa del migrante “La Divina Provincia” al menos por el puerto sanluisino, las deportaciones y retornos siguen al alza en comparación con años anteriores.
Por semana, al puerto de entrada arriban hasta 350 migrantes entre connacionales y extranjeros principalmente de Honduras, Guatemala y El Salvador, que aunque son regresado a México por la frontera local no todos acuden a los albergues por ayuda, ya que al menos la mitad viaja inmediatamente a otras fronteras para reintentar cruzar.
A lo largo de la franja fronteriza, la migración ha llegado a sus registros más altos de los últimos cinco años a la fecha. Tan solo en mayo del presente mes, se detectaron más de 180 mil cruces ilegales.
