Los vinateros locales sí han pensado en la posibilidad de hacer una marca local de vino, pero, no lo han hecho por dos razones, una, porque requiere mucha inversión, y, además, las condiciones climáticas no son las idóneas para producirlo.
El empresario Miguel Bojórquez Arvizu, informó que sí han producido vino, pero sin etiqueta, ya que han comprado desde el 2008, se ha comprado cañada con los productores que son conocidos o amigos del grupo local.
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“Hemos comprado sus sobrantes, nos lo venden sin etiqueta, el problema con el vino y con muchas cosas que llevan el Impuesto Especial de Productos y Servicios (IEPS) (como cigarros, gasolina o licor) es el 51 por ciento, es el 16 de IVA más el 35 de IEPS, sería demasiado elevado su costo”.
Agregó que, si los productores que tienen tierra, la materia prima ya la tienen sobrecosteada, se ponen a producir vinos de 200 a 500 pesos, comprar esa materia prima que ya se trabajó, comenzarían a trabajar sobre los 200 pesos, apártela botella, el corcho, etcétera.
Dijo que el tomar en cuenta todos los elementos requeriría una fuerte inversión, que haría que el vino local fuera muy caro.
“Es más económico y más fácil hacer cerveza artesanal, o hacer pan o tortillas en casa es sencillo, en cambio, el vino requiere de más tiempo”.
Otro de los problemas es que el clima no ayuda mucho a que se produzca un vino de calidad, ya que, en climas frescos no hay problema, pero, como en San Luis, con el calor que se tiene, hay que acondicionar en un lugar con clima fresco por 12 meses, ese es el principal problema para costear la marca.
Mencionó que ya antes, habían pensado en esa posibilidad hace muchos años, pero, por las razones antes descritas, no sea podido hacer.
“En San Luis hay muchas cosas que se pueden hacer con las materias primas, a nivel local, pienso que el dátil pudiera ser uno de los mejores ejemplos, con los que se puede hacer bebidas alcohólicas de calidad”.
Comentó que desde el 2007, hay un grupo de ciudadanos de esta frontera que conformaron un gripo de vineros locales, que se dedican a la convivencia y a la promoción de esa bebida, con muy buenos resultados.
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“Comenzaron a hacer el grupo, porque querían destacar los beneficios del vino para la salud, la degustación, acompañar una buena comida y que no afectara tanto al hígado, ese grupo comenzó a crecer”.
Incluso, se organizaba un evento de promoción y fue creciendo poco a poco, llegaron a reunir hasta 400 personas.
