Una de cada 10 personas que padecen una enfermedad mental acude a ministros religiosos o creencias místicas antes que a médico psicólogo o psiquiátrico, reconoció el director del Instituto de Psiquiatría de Baja California (IPEBC), Víctor Salvador Rico Hernández.
Según se informó, la mayoría de las personas que lidian con una enfermedad mental tardan entre 7 y 14 años en buscar atención especializada, prefiriendo acudir primero a buscar apoyo con sus familiares o amigos (54%), se automedica (15%), acude a consulta con su médico general (15%) o en algún tipo de creencia o religión.
Del total de estas personas, apenas un 20% (una quinta parte) se dirige directamente con un profesional de la salud mental.
“Todos los demás no acuden y cuando acuden tienden a ir solamente una vez, dos veces y dejan de ir; para que digamos que realmente fueron con el psicólogo cuando menos deben haber pasado cuatro visitas con el psicólogo”, manifestó.
Rico Hernández indicó que sobre todo las personas ansiosas o que están padeciendo un cuadro psicótico, como alucinaciones visuales y auditivas o delirios de persecución, son quienes ya sea por una razón cultural o porque sus familias se los recomiendan, acuden con chamanes o personas que practican la brujería.
“Muchas veces lo primero que piensan, ahora si por cuestión cultural, piensan a veces que les hicieron brujería, empiezan a ir con sacerdotes, ministros, con cuestiones místicas para buscar quitarles esa brujería, ya después de que ven que no funciona los atienden otra vez”, indicó.
Entre los pacientes atendidos en el Instituto de Psiquiatría del Estado, explicó, entre el 15 y 20% han mencionado haber acudido a este tipo de creencias antes de ir a recibir atención psicológica.
De acuerdo a Rico Hernández, cuando una persona retrasa la atención profesional para su enfermedad mental está en riesgo de que se generen más enfermedades, tanto físicas como mentales, y que el tratamiento sea más costoso para ellos y sus familias.
Asimismo, señaló que muchas personas que consideran que los problemas emocionales como algo no tan grave o que desaparecerán de forma espontánea, son quienes tardan más en buscar atención, poniéndose en riesgo a sufrir complicaciones.
“No es que esté en contra de los lugares místicos, pero siempre que sea una cuestión de enfermedad tienen que acercarse con un médico”, reiteró.
El médico hizo énfasis en que no es necesario que las personas dejen de acudir a la religión o prácticas místicas que prefieran, sin embargo, es importante que cualquier tema de salud mental o física sea atendido por profesionales.