A pesar de que, hasta el momento, en San Luis Río Colorado no se han registrado casos de personas con afectaciones de salud por la amiba de vida libre, se sugiere extremar precauciones, tomando en cuenta que en el ejido Sonora del valle de Mexicali se detectó la presencia de este microorganismo en el agua de la llave.
El doctor José Eduardo Baltierrez Sotomayor, director del Hospital General de la Secretaría de Salud de Sonora en esta ciudad, informó que no se tiene conocimiento de residentes locales con infecciones por la amiba de vida libre que, generalmente se encuentra en agua de canales, albercas y hasta en el agua potable (de la llave).
Te podría interesar: Cucapás tienen problemas con suministro de agua
Baltierrez Sotomayor recomendó a la población evitar ingerir agua de la llave, nadar o sumergirse en canales y pozos de riego, ya que ahí se ha detectado la presencia de amiba de vida libre.
En la temporada de calor es común que las familias obtengan albercas inflables de poco volumen, lo recomendable es que, al terminar la actividad, el agua sea reutilizada regando las plantas; pues por ningún motivo debe almacenarse por días ya que el sol elimina el cloro del agua y la deja expuesta a que se reproduzcan microorganismos nocivos a la salud.
Para las albercas que manejan grandes volúmenes de agua, la sugerencia que se hace a los propietarios es acudir a un experto en mantenimiento para el debido control de limpieza.
José Eduardo Baltierrez dijo que, al notar síntomas como temperatura, cefalea intensa, convulsiones sin ningún antecedente, cambios de personalidad por edema, alteraciones del olfato, gusto, náusea, vómitos, sensibilidad a la luz (fotosensibilidad), alucinaciones y rigidez de nuca, se debe acudir de inmediato a consulta médica.
SOBRE LA AMIBA DE VIDA LIBRE
De acuerdo a información de la Universidad Nacional Autónoma de México, las amibas de vida libre (AVL) son capaces de producir infecciones en el sistema nervioso central y los ojos del ser humano, entre otras.
Las amibas de vida libre son prácticamente cosmopolitas, pues se les encuentra en toda la biosfera incluyendo los casquetes polares, el suelo, el agua y la atmósfera. Viven principalmente donde hay agua, pudiéndoseles encontrar en estanques, ríos, arroyos, lagos, piscinas, sistemas de tratamiento de agua residual, corrientes subterráneas e incluso en agua mineral embotellada. Las temperaturas elevadas favorecen su proliferación por lo que se les encuentra comúnmente en aguas termales, naturales y en aguas contaminadas térmicamente.
De las AVL se ha demostrado que los géneros Naegleria, Acanthamoeba, Balamuthia y Hartmannella provocan infecciones en humanos. Estos organismos causan meningoencefalitis fulminante que ocasiona la muerte en el lapso de tres a siete días, o encefalitis granulomatosa crónica que puede ocasionar la muerte en periodos de tiempo mayores. Las acantamebas también pueden provocar infecciones muy severas en otros órganos como son: pulmón, piel, ojos y oídos.
A diferencia de Entamoeba histolytica, parásito obligado que se aloja en el intestino y que puede producir abscesos secundarios en hígado, cerebro y pulmón, las AVL producen invasión del sistema nervioso central pasando directamente de la mucosa nasal.