Durante el verano aumentan los casos de pacientes que solicitan atención médica por infecciones gastrointestinales causadas por ingerir alimentos contaminados o preparados con mala higiene.
Las infecciones gastrointestinales son enfermedades que atacan el estómago y los intestinos, generalmente son ocasionadas por bacterias, parásitos, virus y algunos alimentos como leche y grasas, aunque también existen algunos medicamentos que las provocan. Dentro de los síntomas de dichas enfermedades está la diarrea y por consiguiente la deshidratación.
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Para evitar las enfermedades gastrointestinales es recomendable no comer en la calle o en puestos, lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño, desinfectar frutas y verduras antes de comerlas, así como tomar agua hervida o embotellada.
De acuerdo a lo informado por el doctor Óscar Castro Guevara, director de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 38 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en esta época del año, debido a las altas temperaturas climáticas que en esta ciudad se aproximan a los 50 grados centígrados, los alimentos podrían descomponerse con más facilidad, sobre todo los de origen animal como la carne de res, de pollo, pescado y también los mariscos.
Explicó que con el calor es mucho más rápida la proliferación bacteriana y toxinas que empiezan a generarse en este tipo de productos (carnes y mariscos) y al no ser tratados adecuadamente pueden “echarse a perder” y afectar la salud de quien los ingiere ya sea por no haber sido refrigerados a una temperatura adecuada o por una mala higiene al momento de prepararlos, provocando así, infecciones o intoxicaciones gastrointestinales.
El doctor Castro señaló que las infecciones e intoxicaciones gastrointestinales pueden provocar deshidratación y pérdida de peso, por lo que se recomienda tener cuidado a la hora de preparar los alimentos, especialmente, para las personas de la tercera edad y los niños y niñas menores de 5 años, al igual que en la población que padece diabetes, hipertensión arterial, VIH, SIDA, cáncer o alguna enfermedad inmunológica, tomando en cuenta que son grupos vulnerables a sufrir complicaciones graves de salud por las deshidrataciones, incluso la muerte.
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Agregó que este tipo de infecciones se manifiesta con frecuentes evacuaciones líquidas (más de cuatro en 24 horas), acompañadas de dolor abdominal, diarrea, náusea, vómito verdoso, así como escalofríos, piel fría y húmeda, sudoración excesiva, fiebre, dolor muscular y pérdida de apetito, principalmente.
Para finalizar, Óscar Castro exhortó a los pacientes que no se automediquen y, en caso de sufrir los síntomas antes mencionados, acudan con el médico para que se les realice el diagnóstico adecuado y se les otorgue una correcta atención médica.