A pesar de ser un trabajo que demanda mucha fuerza física y realizarse a más de 43° centígrados, María de Lourdes Moreno, de 40 años de edad, trabaja en la pesca de aguamala, su labor es extraer del fondo de la panga la medusa bola de cañón con ayuda de un bote con agujeros que sirve como colador.
La sanluisina residente del ejido Mesa Rica, a unos 40 kilómetros del mar Golfo de Santa Clara, donde se lleva a cabo el aprovechamiento del aguamala, dice sentirse contenta de realizar un trabajo que usualmente hacen los varones.
Suman 535 permisos de autorización para dicha pesca, de los cuales entre 300 y 400 salen al mar en promedio 5 días a la semana, cuando el clima y el mar está “calmito”, como los ribereños describen las condiciones idóneas para zarpar.
María de Lourdes no es pescadora, pero hace una labor muy importante dentro de la cadena productiva, con la cual percibe en promedio mil pesos diarios, 350 por panga, cada panga captura en promedio 3.5 toneladas de medusa, que con apoyo de una banda en movimiento, suben hasta el camión que habrá de trasladar el producto hasta la planta.