A pesar de que hay una mayor aceptación a la cremación, los sanluisinos siguen prefiriendo que el cuerpo sea inhumado, de diez servicios que brinda una de las pocas funerarias que oferta la incineración, apenas en dos eligen el horno.
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En el marco del Día de los Muertos, Cecilia Nuño, propietaria del mencionado espacio, comentó que hace un par de años, era poco común que solicitaran la cremación.
“Desde que la iglesia católica abrió esa posibilidad, la gente acepta más el servicio, en ciertos casos puede ser más económico, todo depende del nicho o urna a elegir, de las cuales hay de todos tipos y costos”, comentó.
¿CUÁNTO CUESTA MORIR?
Los precios por el servicio de velatorio, cafetería y traslado del cuerpo tiene valores que oscilan entre 5 mil a 7 mil pesos, de acuerdo a la empresa a elegir, en el caso del DIF-Municipal, que se distingue por contar con los valores más económicos, vale 5 mil 413 pesos en promedio.
En tanto que la inhumación tiene un valor de 4 mil 827 pesos, en suma dan 10 mil 240 pesos, a ese costo se debe agregar también el monto del acta de defunción que expide el Registro Civil del Estado.
En el caso de funerarias privadas el importante alcanza alrededor de 23 mil pesos, incluye velatorio, traslado y fosa, pero también hay precios más elevados, lo cual depende de la caja o urna y del nicho o fosa, en todos los casos hay empresas privados y DIF-Municipal.
Algunos ataúdes o urnas caros elevan el valor del servicio hasta 60 mil pesos, sobre todo personas que hacen elección de algún relieve o diseño especial en el último sepulcro.
“Hay ataúdes muy caros, los de madera llegan a ser los más costoso, también hay decoraciones que eligen los interesados en vida o bien los familiares, las cuales elevan el importe, todo es a decisión y posibilidades económicas”, finalizó Cecilia Nuño.
Además de los cementerios públicos y privados, también las iglesias ofrecen nichos para depósito de cenizas; en algunos casos los familiares deciden resguardarlos en sus hogares.