Es muy posible que Estados Unidos entregue menos agua a México de la que corresponde por el acuerdo binacional, porque las presas de ese país están con muy baja capacidad a causa de la sequía y el problema principal es que no se sabe cuánto dejará de percibirse.
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El representante de los pozos particulares y representante agrícola, Martín Salgado Ames, informó que los metros cúbicos de agua en los reportes de las presas del país vecino que “alimentan” al Río Colorado son bajos, por lo que no sería extraño que hubiera una reducción del vital líquido para el 2022.
“En las zonas de las Rocallosas hicieron falta las lluvias y nevadas, si las hubiera, el agua no tendría ningún problema”.
Sin embargo, agregó que esta disminución no tendría repercusiones para los sanluisinos, al menos para consumo humano, pero donde sí pudiera haber problemas es en el sector agrícola.
Ante este panorama, los productores pueden distribuir el agua asignada y tener un ahorro para segundos cultivos, lo que les ayudaría a salir adelante y no tener problemas para usarla.
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Dijo que las presas que regulan el agua de Estados Unidos a México, sobre el río, tienen niveles muy bajos, algo que ha llamado mucho la atención, puesto que las lluvias y nevadas han brillado por su ausencia, afectando la capacidad de las mismas.
“El agua siempre se programa a cómo va a estar el nivel de las presas a partir del primero de enero, porque el Tratado de Aguas es del primero de enero al 31 de diciembre; las posibles reducciones no son a fondo perdido, son ahorros específicos de volúmenes de agua a ciertas elevaciones de almacenamiento para recuperarlos en una fecha posterior, cuando las condiciones sean mejores”.
Comentó que las reducciones no solamente serán para México, sino también para Estados Unidos, por lo que ellos también tendrán afectaciones.
Por último, mencionó que se cree que habrá una reducción de 51 mil millones de metros cúbicos, pero esa cifra es un estimado, ya que puede ser mayor o menor, según los niveles que haya de aquí a fin de año.
Se espera que haya lluvias en los últimos meses del año, para que los niveles de las presas se eleven y no exista reducción en la cuota anual que Estados Unidos tiene que enviar a México
