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“La bestia”, ese es el nombre con el que mayormente se le conoce al tren de carga que atraviesa de punta a punta el territorio mexicano, literalmente, de Chiapas a Baja California, y aunque su intención en meramente comercial, es también el transporte para miles y miles de migrantes que buscan llegar a la frontera norte de México como trampolín para cruzar a Estados Unidos.
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Aunque en efecto, la mayoría llega hasta las ciudades colindantes con Estados Unidos, pocos se salvan de vivir una amarga experiencia que va desde asaltos, riñas, violaciones, secuestros, mutilaciones, humillaciones, hambres, extorsiones e incluso, ver morir a un compañero migrante en el trayecto.
En el también llamado “tren de la muerte” hay dos métodos de tormento, que, de acuerdo con la experiencia de los migrantes, aplican los infractores a bordo; a los hombres los golpean, les quitan la ropa, una vez heridos y completamente desnudos, los encañonan o le ponen una navaja en el cuello para además se avergonzarlos hacerlos sentir cerca de la muerte.
VIVEN PARA CONTARLO
“Yo me salvé de morir, pero no de ser robado, golpeado y humillado, pues me desnudaron completamente delante de todos los compañeros migrantes y así me pusieron una navaja en el cuello para avergonzarme”, contó José Omar, migrante centroamericano, varado en San Luis Río Colorado.
El peligro no solo está en “la bestia”, también abajo; en esas paradas obligadas que tiene el tren, en las que muchos ya no vuelven a subir, “los ladrones se suben al tren a robar o si el tren va lento nos bajan y ahí te asaltan y te golpean”, agregó.
Las mujeres que se aventuran a viajar en el tren también son víctimas de atracos, desde ahí el “sueño americano” se convierte en pesadilla. Para Ingris, una migrante de 20 años, las cosas fueron doblemente difíciles en “la bestia”, pues si para un hombre que viaja en grupo es complicado, para una mujer que se rodea de otras mujeres, es aún más duro estar en un vagón donde domina la ley del más fuerte.
Es ahí cuando a muchas de ellas se les obliga a “pasar la prueba”, ¿Qué significa pasar la prueba? No es otra cosa más que ser amedrentadas y abusadas sexualmente delante de sus compañeros, mientras “la bestia” no se detiene, así como “los malos” tampoco se detienen.
“En el camino todo venía marchando bien hasta que aparecieron unos hombres que nos violaron a mí y a dos compañeras, nos dijeron que si no accedíamos nos iban a matar y nos pusieron una pistola en la cabeza”, compartió Ingris, proveniente de Centroamérica.
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