Son pocos adictos a los juegos de azar, conocidos como ludópatas, los que solicitan apoyo profesional para tratar esta enfermedad que cada vez padecen más personas, pues tan solo en esta ciudad existen 4 casinos.
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Javier Estrada, psicólogo asignado al departamento de salud mental de la Dirección de Salud Pública Municipal, comentó que, aunque es grave el problema de ludopatía en este municipio, los jugadores compulsivos no lo ven como una problemática, por lo tanto, no piden ayuda profesional para salir de la adicción.
Sin embargo, sus familiares sí se acercan al área de salud mental para tratar las afectaciones emocionales y económicas que presentan al convivir de cerca con un adicto a los juegos de azar.
Es importante que el ludópata reconozca que tiene adicción al juego en los casinos, pues ese es el primer paso a la rehabilitación, por lo que se recomienda acudir a solicitar la atención necesaria.
Algunos de los síntomas de un ludópata son: pasar la mayor parte del día en los casinos, hacer a un lado sus actividades cotidianas, presentar fatiga, cansancio, irritabilidad, problemas familiares y económicos.
Esta patología es un problema de salud mental que está dentro de la adicción, es decir que la persona no puede controlar la necesidad de seguir jugando porque busca una recompensa, que es el percibir dinero.
AFECTACIONES DE LA LUDOPATÍA
Una de las afectaciones principales para el ludópata es la ansiedad generada por las deudas adquiere, ya que para seguir jugando muchas veces opta por gastarse el dinero que tienen y cuando se lo terminan, piden prestado, incluso algunos llegan al grado de hipotecar sus casas, lo que genera problemas con su familia, sobre todo, con la pareja.
La ludopatía provoca en el jugador situaciones de depresión, ansiedad y adiciones a las drogas ilegales y al alcohol, y en los familiares propicia problemas emocionales y económicos, refirió Javier Estrada.
Durante los 6 años que el psicólogo se ha desempeñado en el departamento de salud mental de esta dependencia municipal, ha atendido a alrededor de 3 ludópatas, ya que la mayoría de los que acuden a las terapias psicológicas son sus familiares.
El proceso de recuperación de un jugador empedernido es largo, pero con voluntad y terapia ocupacional y, en algunos casos, con medicamento para tratar la ansiedad, es posible su recuperación.
