Desde 1986, los integrantes de la familia Castañeda Ceja están al frente de una refresquería ambulante en la cual se incluye dentro del menú productos que elaboran de manera artesanal, entre estos los tradicionales pirulines de hielo que se bañan con un jarabe dulce, espeso, de diferentes sabores.
María del Carmen Ceja Valencia platicó que este negocio lo emprendió hace 36 años junto con su esposo, el señor Daniel Castañeda Armenta quien lamentablemente falleció en julio de 2018.
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María del Carmen a quien sus clientes y amigos llaman “Carmelita”, recordó que llegó a San Luis Río Colorado en 1961 cuando tenía 5 años de edad, acompañada de sus padres procedentes de Jiquilpan, Michoacán, en busca de una mejor calidad de vida.
Los padres de Carmelita eran comerciantes, por eso al arribar a esta frontera abrieron una refresquería que estuvo ubicada durante muchos años en la avenida Obregón entre las calles Quinta y Sexta, en la cual ella les ayudaba.
Años más tarde, Carmelita conoció a Daniel Castañeda con quien contrajo matrimonio y tuvo 4 hijos, Saúl, Daniel, José, Manuel y Magdalena que ahora están involucrados en este negocio que inició la pareja en 1986 para sacar adelante a la familia.
“Primero empezamos a vender dulces, tortas, aguas frescas, galletas y rebanadas de frutas en la primaria Graciano Sánchez y luego en la Fora Uno y ahí fue donde incluimos raspados y pirulines”, dijo.
Aunque ya conocían los pirulines de hielo, Carmelita y Daniel no los sabían preparar, pero gracias a un amigo que les compartió la receta pudieron ofrecerlos en venta a sus clientes, la mayoría eran alumnos de la Secundaria General número Uno (Fora Uno) donde colocaban la refresquería ambulante.
Posteriormente, decidieron recorrer las calles de terracería de la Colonia Campestre, empujando una carreta en la que llevaban dulces, raspados, pirulines de hielo y churros de maíz, hasta que un día decidieron asentarse en el parque del fraccionamiento Villa Colonial donde permanecieron todas las tardes hasta mayo de 2020 que dejaron de acudir debido a la pandemia de Covid-19 que los mantuvo inactivos, pero ahora abrieron de nuevo y están atendiendo en su casa ubicada en la avenida Oaxaca B entre las calles 24 y 25.
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PREPARACIÓN DE LOS PIRULINES
Uno de los productos de mayor demanda entre los clientes de la Refresquería Don Dany, son los pirulines, los cuales, contó Carmelita, llevan una miel especial que requiere tiempo y dedicación en su preparación para que quede con la consistencia y sabor adecuado.
“Cuando empezamos a vender los pirulines en la Fora Uno le gustaron mucho a la gente y hasta la fecha los buscan mucho. Hay personas que vienen de lejos, de otras colonias a comprarlos y también tenemos clientes de Estados Unidos que cuando vienen a San Luis nos visitan para comprar raspados y pirulines”, externó.
“Los pirulines son muy especiales para algunas personas porque les traen recuerdos de su infancia. Eso es lo que nos han dicho. Vienen con nosotros porque les gusta el sabor, preparamos de vainilla y fresa”.
Otra de las bebidas favoritas son los “Pancho Villa”, una invención de Don Daniel, basada en los “gaspachos”, de Guanajuato. Los “Pancho Villa” son raspados que contienen jarabe de mango, ciruela, piña o tamarindo y otros agregados como jugo de limón, chamoy, ciruelas y frutas secas preparadas con una receta especial.
Este negocio se puede encontrar en Facebook: Raspados la villa.