Un grupo de padres y madres de familia de la Secundaria Técnica 42, ubicada en el ejido Nuevo Michoacán (Riíto), tomó la decisión de no enviar a sus hijos a clases, a manera de ejercer presión ante las autoridades educativas para que se asigne un camión escolar adicional al que se tiene en el plantel.
Este lunes los manifestantes señalaron que, desde el 8 de diciembre del 2022, los alumnos esperan el camión escolar 10 minutos antes de las 6:00 horas, ya que a esa hora el chofer realiza el primero de tres recorridos que efectúa para que los adolescentes estén a las 7:00 de la mañana en la escuela.
Se dio a conocer que el camión escolar transporta a los alumnos que tienen su domicilio en los ejidos Luis B. Sánchez, Emiliano Zapata, Independencia, Fronterizo, Leyes de Reforma, La Bolsa, Río Sur, Mesa Rica 1, Mesa Rica 2 y Nuevo Michoacán.
La inconformidad de los padres de familia se debe a que un solo camión escolar no se da abasto con el traslado de los alumnos, pues en cada uno de los recorridos el chofer sube a la unidad entre 60 y 80 pasajeros, cuando la capacidad máxima es de 45.
Al sobrepasar la capacidad máxima de pasajeros, no es válido el seguro del viajero, además el camión escolar no cuenta con placas de circulación vigentes y el chofer no tiene licencia de conducir actualizada.
Una madre de familia dijo que: “Los alumnos que viajan en el camión escolar no van asegurados para casos de accidentes y eso es causa de riesgo en el traslado. Por eso estamos pidiendo el apoyo del gobierno de Sonora para que asigne otro camión escolar para nuestros hijos”.
También, los manifestantes señalaron que a raíz de que se tiene un solo camión escolar para más de 250 estudiantes, los jóvenes del primer recorrido deben salir de casa antes de las 6:00 horas para esperarlo y tomando en cuenta que a esa hora todavía no sale el sol, consideran peligroso que los alumnos permanezcan en el punto por donde pasa el transporte, ya que actualmente es grave la inseguridad pública en el valle.
Añadió: “Los padres de familia hemos tomado la decisión de no mandar a nuestros hijos a la escuela hasta que se tenga un nuevo transporte escolar. Sabemos y somos conscientes que esta medida afecta la educación de nuestros jóvenes, pero la seguridad de traslado es más importante y prioritario. Necesitamos que el gobierno nos mire y escuche. Los papás no aceptamos que les den clases en línea y tomamos la decisión de no dialogar con personas de la supervisión de la zona escolar, ya que ellos no pueden hacer nada al respecto”.