Después de haber presentado síntomas de Covid-19 desde el miércoles pasado, los cuales se complicaron durante la tarde del martes, el oficial segundo José Luis García Morón, mediante su familia, solicita a la población el apoyo para conseguir oxígeno y un ventilador, previo a su ingreso al Hospital General de esta ciudad.
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Se presume que el agente, conocido entre la comunidad sanluisina por sus más de 26 años de servicio en la corporación policiaca y de los cuales más de 20 han sido impulsando el programa DARE, fue infectado durante sus labores, las cuales correspondían recientemente al patrullaje en escuelas y en la línea internacional.
Su hija Martha García manifestó a TRIBUNA DE SAN LUIS que están teniendo dificultades para conseguir ambas cosas; sin embargo, lograron ubicar un ventilador en San Luis Arizona, pero no han podido cruzarlo hacia este país por supuestos problemas de importación, por lo que piden el apoyo de las autoridades competentes para atender la situación como emergencia de salud.
A su vez, expresaron que no han recibido la atención urgente que deseaban, pues desde las 16:00 horas del martes hasta las 13:00 horas del miércoles el oficial ha permanecido al exterior de las instalaciones del nosocomio estatal a la espera de ser ingresado para recibir atención urgente.
“Mi papá tiene seguro, pero cuando fue a checarse no lo quisieron ingresar porque tenía síntomas, como calentura, gripa y dolor de garganta. Le dijeron que se resguardara en su casa. Esto fue la semana pasada, pero se le dificultó respirar hasta el martes, por lo que tuvimos que llevarlo, pero al Hospital General”, declaró para después agregar que le fue brindado el servicio de oxígeno, pero se lo retiraron apenas unos momentos después.
“No ha sido internado, lo tienen en la entrada del hospital en una camilla”.
POBLACIÓN VULNERABLE EN CASA
Después de que solicitó servicio en el IMSS, el oficial García Morón fue regresado a su casa para aislamiento, en donde cohabitó durante poco más de cinco días junto a su esposa, de 53 años, así como con un familiar de 87 años, la cual es considerada como población vulnerable según los registros del sector salud en cuanto al nivel de mortalidad de la pandemia.
“Más que nada, estamos inconformes. Él tiene seguro y está pagando por ello, pero cuando fue ni en el consultorio lo quisieron atender. Lo tuvimos con cuidados en la casa”, manifestó la entrevistada.