Más de 10 mil seguidores en su perfil de Facebook es lo que ha conseguido Ivancito Mendoza, luego de publicar el lado bueno y amable de ser un pescador del Golfo de Santa Clara, de San Luis Río Colorado y de vivir en esa comunidad pesquera.
Francisco Iván Alfonso Mendoza Castillón, es su nombre completo y es un joven de 28 años de edad que comenzó a dedicarse al oficio de pescador a sus 17 años, influenciado por su padre quien también se dedica a la pesca (específicamente a la captura de almeja), comenzó a llevar un sustento a su casa a través de este trabajo.
“Era casi seguro que me iba a dedicar a lo mismo, ya me llamaba la atención, ya que mi padre también se dedica a lo mismo”.
Ivancito cuenta que gracias a los viajes que realiza para la captura de la almeja, fue grabando en imágenes lo que él mira al fondo del mar, así como lo que logra a través de su trabajo, mismo material que fue publicando en su perfil, y que se dio cuenta que fue de interés de muchas personas.
Por esta razón, sorprendido por la respuesta de su audiencia, continuó publicando tanto su experiencia dentro del mar, como el buen ambiente que hay en el Golfo de Santa Clara, hasta lograr que más de 10 mil personas, vean sus publicaciones y las compartan.
“Es algo muy raro, porque soy una persona muy cohibida en persona, solamente publico normal como cualquier otra persona, pero la gente se fue interesando”.
Dijo que muestra lo que le gustaría que vieran del Golfo de Santa Clara, sobre todo el lado bueno y comentó que cree que como tal vez en el Golfo nadie más lo hace, se enfocan en lo que él publica.
“Me gustaría que se hablara más de lo bonito que es el Golfo de Santa Clara, de la gente buena que hay aquí como en todos lados y en cuanto a el oficio de nosotros me gustaría que valoraran un poquito más el trabajo que hacemos los pescadores, porque es riesgoso conseguir el producto, pero aun así nos regatean”.
Agregó que si tuviera la oportunidad de pedir a los gobiernos algún proyecto en beneficio de la comunidad de el Golfo de Santa Clara, pediría un centro de recreación, ya sea una plaza, un boliche o un lugar donde personas de todas las edades pudieran convivir sanamente y tener un lugar diferente para visitar, lo que a su vez, impactaría también en los turistas que visitan dicha comunidad.