Víctimas de actos de discriminación por ser abiertamente lesbianas, en la lucha por llegar juntas a Estados Unidos a comenzar una nueva vida en pareja, están Dulce María y Cintia, migrantes centroamericanas que en días pasados fueron deportadas por la Patrulla Fronteriza al ser sorprendidas al llegar de manera irregular a Estados Unidos.
Actualmente varadas en la frontera sanluisina, las migrantes comentaron buscar en el país vecino una vida sin prejuicios, donde puedan vivir tranquilas y encontrar un trabajo en el que nadie las discrimine por su orientación sexual.
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“En países como Guatemala y Honduras, quienes pertenecemos a la comunidad LGBT+ sufrimos de represión, nuestro día a día está lleno de malas caras de comentarios denigrantes y burlas, pero cuando se te cierra la puerta para un trabajo, es ahí cuando sabes que debes moverte, incluso de país a uno en el que la sociedad te acepte”, expresó Dulce María.
“En varios trabajos allá en Honduras me dijeron que no me podían contratar por ser lesbiana, no había otra razón, ni mis habilidades, ni el conocimiento o experiencia en ciertos trabajos les importó, solo no querían entre su equipo a una mujer que le gustaran las mujeres”, agregó.
DE GUATEMALA A HONDURAS
Migrar de Centroamérica a la frontera norte de México no es el primer acto de escape para ellas o al menos no para Cintia, ya que hace cuatro años vivía en Guatemala, por lo que también salió de ahí para irse a vivir a Honduras con Dulce María, ahí, juntas decidieron emprender el viaje a Estados Unidos.
“Mi familia no acepta que yo sea lesbiana, me critican y no me apoyan en esta forma de vida que yo he elegido, por eso decidí salirme de casa”, contó.
No podemos vivir con el miedo a ser juzgadas por ser pareja, no podemos vivir escondidas
Y aunque pensaron que en Honduras la vida para ambas, sería más fácil, no fue así, y la discriminación por ser lesbianas aumentó, pues ahí tenían incluso que esconder su amor para no ser juzgadas.
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“No somos de las parejas que les guste andar abrazadas en la calle o andar haciendo desfiguros, respetamos a la sociedad y a quien piensa diferente a nosotras, pero no podemos vivir con el miedo a ser juzgadas siempre, no podemos vivir escondidas.
BUSCAN ASILO POLÍTICO
Ser integrante de un grupo social específico y además ser discriminado por ello es uno de los motivos por los que Estados Unidos suele otorgar asilo político a quienes demuestran que ese es el motivo para solicitar la ayuda del tipo humanitaria; ese es precisamente el caso de Dulce María y Cintia, sin embargo, al ser detenidas por la autoridad federal no se les dio la oportunidad de expresar sus motivos para haber entrado de manera ilegal a territorio estadounidense.
“Lo que hicimos fue que nos cruzamos por una parte donde sabemos que fácilmente nos detectaría la patrulla para que en el momento en que nos detuviera pedirle que nos ayudara con nuestra solicitud de ayuda humanitaria, pero no nos dieron oportunidad de hablar, nos deportaron de inmediato”, señalaron.
El futuro para ella es ahora incierto, pues no han logrado su objetivo de llegar a Estados Unidos, sino que se han estancado en México y regresar a Centroamérica no es una opción pues sería volver a la discriminación y el trato inhumano de la sociedad.
DESDE LA WEB NACIÓ EL AMOR
Dulce María y Cintia se conocieron hace cuatro años en un grupo de WhatsApp para parejas LGBT+, desde ahí permanecen juntas pese a la discriminación; hoy buscan un mejor futuro juntas.