Para dedicarse a la docencia se necesita tener el don, la vocación, paciencia y pasión por esta profesión, además de amor por los niños y las niñas, consideró la maestra Gladys Rodríguez Jacobo quien imparte clases de preescolar.
Gladys Rodríguez quien tiene 23 años de servicio dentro del magisterio, comentó que su interés por ser maestra surgió cuando tenía 20 años porque a esa edad tuvo la oportunidad de cuidar a su hermano menor al que miraba como su hijo.
“Cuando me tocó cuidar a mi hermanito me di cuenta que me gustaba cuidar a los niños. Fui paso a paso con él desde que era un bebé hasta su niñez y por eso decidí estudiar para ser maestra”.
Para iniciar con su preparación como profesora, Gladys tuvo que salir de esta ciudad para irse a estudiar a Monterrey, Nuevo León, lo cual le permitió convertirse en maestra Montessori.
Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
“Estudiar fuera de la ciudad implicó todo un reto. Fue algo complicado, fue todo un reto porque Monterrey era un lugar completamente desconocido para mí, no conocía a nadie, pero el estar allá me hizo madurar y comprender muchas cosas”.
Al terminar la carrera de maestra Montessori, 3 años después, Gladys Rodríguez cursó la licenciatura en educación y tiempo después regresó a San Luis Río Colorado para trabajar en una escuela Montessori.
Una de las principales satisfacciones que ha obtenido en los 23 años que se ha desempeñado como docente de preescolar es que los alumnos de tercer grado aprenden a leer y escribir. Además, de que con su trabajo contribuye a reforzar valores en la niñez.
“En estos años he aprendido a amar a mis alumnos, a conocerlos y me he ganado su confianza. Al verlos tristes o llorando me acerco a ellos para preguntarles cómo están y qué les pasa para ver la manera de apoyarlos y algunos ponen una barrera y límites porque no están acostumbrados a que en casa los abracen, que les digan que los quieren, que los aman”, expresó la maestra Gladys Rodríguez.
Para finalizar, destacó que ser docente no es fácil porque implica mucho trabajo. Sin embargo, si tienes vocación, paciencia y amor por los niños y las niñas, te es fácil desarrollar esta profesión.
DÍA DEL MAESTRO
De acuerdo con lo informado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el Día del Maestro y la Maestra, celebrado el 15 de mayo en México, es una fecha designada para honrar a todos los docentes y educadores de México. Esta celebración se la debemos al presidente Venustiano Carranza, quien en 1917 decretó que el 15 de mayo se celebrara a los maestros de nuestro país.
La elección de esa fecha es gracias a que la fiesta de San Juan Bautista de La Salle coincidía con el aniversario de la toma de Querétaro, suceso que marcó la caída del Segundo Imperio Mexicano comandada por Maximiliano de Habsburgo, y se consolidó la República en México.
La labor del maestro ha estado vinculada al desarrollo y transformación del país. En las comunidades, sobre todo rurales el maestro o maestra de la escuela se constituía en la figura principal, ya que normalmente pertenecía a la misma comunidad o se integraba igualitariamente, aprendían con la comunidad y la enseñanza la basaban en las necesidades y saberes de la misma.
Con el desarrollo urbano y crecimiento de las grandes ciudades, la relación docente-comunidad se ha venido distanciando, sin embargo, en muchos lugares aún perdura, inclusive en las zonas urbanas el vínculo que se establece entre maestros y educandos sigue aportando a la cohesión y conformación comunitaria.
Otra característica importante y destacada del magisterio ha sido su lucha por mejorar sus condiciones de trabajo y salariales, así como por alcanzar la autonomía y la democracia de sus organizaciones sindicales.