Al conmemorarse el 21 de marzo, el Día Mundial del Síndrome de Down, es importante destacar a Luz Elena Álvarez Ávalos, una mujer de 36 años con síndrome de down que disfruta de pasar tiempo con su familia y de las pequeñas cosas de la vida que la hacen sentirse plena y realizada como cocinar, adquirir nuevos aprendizajes, maquillarse y hacer ejercicio.
La mamá de Luz Elena, la señora Graciela comentó que tener este trastorno cromosómico no ha sido impedimento para que su hija se integre y desarrolle en la sociedad de una manera exitosa.
Dijo que lo anterior se debe a que desde que su hija tenía 6 meses de nacida la integró a escuelas de educación especial en el área de educación inicial en el Centro de Atención Múltiple (CAM) número 10 y posteriormente ingresó al CAM número 42 en donde cursó los talleres laborales de computación, cocina y costura en donde permaneció hasta los 25 años.
“Cuando Luz Elena cumplió 25 años ya no pudo seguir estudiando en el CAM porque hay una edad límite para estudiar ahí. Para ella fue muy difícil dejar la escuela, se deprimió pues estaba acostumbrada a esa rutina. Todos los días se levantaba muy temprano porque se iba en pesera, agarraba dos peseras para llegar hasta la escuela”.
En este tiempo, a manera de distraerse y lograr que mejorara su estado de ánimo, Luz Elena ingresó a clases de zumba en las cuales permaneció por varios años, hasta que empezó con problemas en la columna cervical y eso le impide continuar con esta actividad física.
La mamá de Luz Elena comentó que cuando su hija nació un médico pediatra le dijo: “señora, la felicito, usted acaba de tener un ángel. Con ella usted no va a conocer el egoísmo, el desamor, el rencor, solo el amor y un día dirá: todos mis hijos hubieran sido down”.
Es una mujer independiente
Luz Elena se describió como una mujer muy sensible, que ama pasar tiempo con su familia, con su papá, hermanos y sobrinos. Además, disfruta de cocinar, maquillarse, vender productos de belleza, hacer manualidades, confeccionar ropa, ir a la escuela por su sobrino, cantar en el coro de la parroquia San Judas Tadeo, ayudar a los nuevos integrantes del coro a armar sus carpetas con canciones y también bailar zumba aunque últimamente no ha podido hacerlo por el problema que tiene en su columna.
“Lo que más me gusta cocinar es atún a la diabla, pero también hago desayunos como huevo con chorizo y sándwiches. Cuando tengo ganas cocino, porque a veces me pongo muy sensible porque extraño mucho a mi papá y a mi hermano que fallecieron”, expresó.
Uno de los mayores deseos de Luz Elena es que su familia siga unida, que se reúna con frecuencia y que todos estén bien. Agradeció el apoyo y amor que, en su momento, le brindaron sus profesores de educación especial, pues considera que, gracias a ellos y a la ayuda de su familia y amigos, es una mujer independiente que se siente muy feliz.
Para finalizar puntualizó: “Me siento muy contenta de que me hayan entrevistado, gracias al maestro Andrés Vásquez por recomendarme para esta entrevista”.
Síndrome de Down
En los Centros de Atención Múltiple (CAM) número 10, 38, 42 y 60, que pertenecen a la zona escolar 07 de educación especial a cargo de la maestra Ramona Rodríguez Zárate, en el presente ciclo escolar están inscritos 33 alumnos con síndrome de down, 19 hombres y 14 mujeres.
De acuerdo a la Secretaría de Salud, el Síndrome de Down es una alteración genética. En ella, la persona tiene 47 cromosomas, en vez de los 46 usuales. La mayoría de los casos tienen una copia extra del cromosoma 21, de ahí que también se le llama “Trisomía 21”.
Me siento muy contenta de que me hayan entrevistado, gracias al maestro Andrés Vásquez por recomendarme para esta entrevista
Luz Elena Álvarez Ávalos
No se sabe con certeza cuántos factores están relacionados con esta alteración cromosómica. Sin embargo, se sabe que la edad de la madre es un factor que aumenta el riesgo: las mujeres que se embarazan a los 35 años o más tienen más probabilidad de tener un bebe con síndrome de Down.
Tener una copia extra cambia la forma en que el cuerpo y el cerebro del bebé se desarrolla, de ahí que el Síndrome de Down tenga efectos sobre las características físicas, la salud y el aprendizaje.
A nivel mundial, se estima que la incidencia de este síndrome se encuentra entre 1 de cada mil y 1 de cada mil 100 recién nacidos.
Ya que el síndrome de Down dura toda la vida, la atención a las personas con esta afección se enfocan en ayudarles a desarrollarse a su máximo potencial. Esto puede incluir terapia del lenguaje, ocupacional y física, y podrían requerir apoyo extra en la escuela.