El mejor regalo que la vida le ha dado a Olga Lidia Pérez Gaxiola son 9 hijos a quienes atendió de tiempo completo hasta el momento en que se convirtieron en hombres y mujeres independientes, por lo que ahora ella se dedica a hacer actividades que no pudo realizar años atrás, como ir a clases de alfabetización para aprender a leer y escribir.
La madre de familia de 60 años nació en el valle de San Luis Río Colorado, específicamente en el ejido La Bolsa donde pasó su niñez y parte de su juventud, pues hace 29 años se vino a residir a la ciudad acompañada de su esposo e hijos.
Comentó que tuvo su primer hijo, una niña, a los 16 años y que por vivir en la zona rural no pudo ser atendida al momento del parto en un hospital, por lo que su hija nació en casa, al igual que sus siguientes 3 hijos.
“Cuando tuve a mi hija en brazos sentí un poco de miedo, imagínate estaba yo muy chica, tenía 16 años. En ese tiempo no teníamos mucho dinero como para venir a un hospital a la ciudad y tampoco había parteras en el ejido donde vivíamos así que, pues me tocó tener a 4 de mis hijos ahí sola, en mi casa”.
Convertirse en madre siendo adolescente no fue tarea fácil para Olga Lidia. Sin embargo, afrontó la maternidad con responsabilidad y gran amor hacia su primera hija y posteriormente hacia el resto de sus hijos a quienes se refirió como unos buenos hijos, muy trabajadores.
Olga Lidia dijo que desde que se casó se dedicó a cuidar a sus hijos, a ser ama de casa, lo cual considera es una fortuna porque siempre estuvo y sigue estando al pendiente de ellos.
“Siempre he sido mamá de tiempo completo. Mi esposo es el que siempre trabajó para sostener la casa. Yo me dediqué a cuidar a mis hijos cuando estaban chicos y ahora son personas independientes. Mi esposo falleció hace 4 años y ahora yo busco la manera de superarme, de salir adelante. Estoy aprendiendo a leer y escribir en el ISEA, mi hija Juanita me llevó a inscribirme” y me siento muy contenta”.
La señora Pérez Gaxiola señaló que cuando tenía 8 años fue un solo día a la escuela porque cuando su papá se enteró que había ido a clases le prohibió que siguiera asistiendo, pues él consideraba que las mujeres no debían estudiar porque tenían que dedicarse a atender al esposo, a los hijos y el hogar.
Olga Lidia se sintió muy triste al escuchar esas palabras y siempre pensó en estudiar, por eso, ahora que sus hijos ya crecieron ella decidió aprender a leer y escribir y contempla inscribirse a la secundaria y luego cursar la preparatoria allí mismo en el Instituto Sonorense de Educación para los Adultos (ISEA), ya que uno de sus mayores sueños es ser abogada para defender a las personas.
También quiere aprender a leer y escribir porque dentro de sus metas está emprender un negocio de venta de ropa (boutique) para ser una mujer autosuficiente y no depender de nadie.
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“Es triste no saber leer ni escribir porque tiene uno que andar preguntando. Por eso les digo a las mamás que todo se puede, que nunca es tarde para aprender y para hacer lo que uno desea”, expresó.
Este 10 de mayo, día de las madres, la señora Olga Lidia festejará en su casa con una carne asada y música en vivo acompañada de sus hijos e hijas y de sus 28 nietos. “El más grande regalo que puedo tener este día es estar rodeada de mi familia, de mis hijos y de mis nietos que tanto quiero”.
