Una pareja salió de La Habana, Cuba, en julio del año pasado, huyendo de la pobreza y del hostigamiento del gobierno, y desde entonces permanecen en México en espera de ser atendidos por autoridades migratorias de Estados Unidos a quienes solicitarán asilo humanitario porque no quieren volver a pasar hambre en su lugar de origen.
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Milena, una mujer de 30 años, platicó que emprendió este viaje acompañada de su esposo, durante el verano de 2018, hartos de vivir en la miseria propiciada por la falta de oportunidades de empleos bien remunerados. Situación que, según comentó, sufren la mayoría de los cubanos.
“Tomar la decisión de dejar Cuba no fue nada fácil para nosotros, porque jamás habíamos salido de ahí. Además, ahí está toda nuestra familia, pero no nos quedó otra alternativa porque teníamos muchos problemas con el gobierno. Era una especie de hostigamiento hacia nosotros, tú sabes. Y si a eso le sumamos lo poco que se gana en los trabajos, que los salarios ni para comer dan, ya te imaginarás. No nos quedó de otra más que salir”, explicó la migrante.
En Cuba, Milena trabajaba en el área administrativa de una empresa de autotransportes, percibiendo un sueldo mensual de 310 pesos, cantidad que no era suficiente para tener una vida digna.
Con lo que yo ganaba no alcanzaba para nada. Compraba un poco de arroz, frijol y huevos. Pollo comíamos solo de vez en cuando. Para que te des una idea de cuánto son 310 pesos allá en Cuba, una renta de casa se cobra en 1 mil 500 pesos por mes
“Mucho se habla que en Cuba están las mejores universidades y que la gente que va a vacacionar gusta de ir a los restaurantes y hoteles, pero a eso nosotros, los cubanos, no tenemos acceso por falta de dinero. Simplemente, no podemos darnos esos lujos si no tenemos ni para comer”, añadió.
QUIERE ESTUDIAR ENFERMERÍA
Milena y su esposo, de Cuba viajaron a Nicaragua donde permanecieron poco tiempo, ya que su intención, desde que salieron de su hogar, es ir a Estados Unidos a trabajar, al considerar que en ese país las oportunidades de tener una mejor calidad de vida, son mayores.
Luego de Nicaragua se trasladaron a la República Mexicana logrando internarse por varios días en Tapachula, Chiapas, donde se les autorizó una visa humanitaria que les permite tener, de forma temporal, una estancia legal en territorio nacional.
Milena manifestó que por los altos índices de inseguridad que se registran en este país, no tiene interés por quedarse a residir en México. Contó que al estar en Chiapas se dio cuenta que asesinaron a un compañero cubano y vio actos de discriminación y violencia en contra de los migrantes.
Por lo anterior, externó “no me gustaría que nos quedáramos en México. Confío en que con ayuda de Dios nos darán el permiso para vivir en Estados Unidos”.
A San Luis Río Colorado, Milena y su pareja llegaron la primera semana de diciembre al Albergue del Migrante “Don Chon”, fundado y atendido por Asención Serna quien les ofreció un techo y alimentos, mientras esperan ser llamados por agentes de migración estadounidenses, después de anotarse en una lista de gente que también tiene la intención de solicitar una visa humanitaria para residir y trabajar en el otro lado de la frontera.
De lograr llegar a Estados Unidos, Milena tiene contemplado estudiar la carrera de enfermería ya que tiene conocimientos de paramédico, además anhela colocarse en un empleo que le permita gozar de ciertas comodidades que no tenía en su lugar de origen a donde no le gustaría regresar jamás, aseguró.