Una mujer de origen guatemalteco tuvo que enfrentar y superar el miedo de salir de su tierra natal acompañada de sus hijos de 15 y 8 años de edad, con miras a cruzar la frontera entre México y Estados Unidos en donde espera mantenerse a salvo de las amenazas de muerte que recibió en Guatemala.

La madre de familia prefirió mantener su nombre en el anonimato, por su propia seguridad y la de sus hijos pues asegura que salió huyendo de Guatemala, país al cual no tiene contemplado regresar.

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Actualmente se encuentra en esta ciudad en busca de ingresar, de alguna manera, al vecino país del norte de ser posible por medio del trámite de asilo humanitario y de no lograrlo analizará otra alternativa pues desea llegar, a como dé lugar, a Estados Unidos.

Contó que a principios de 2019 su esposo falleció en un accidente automovilístico cuando se dirigía del trabajo a su casa y el causante del hecho salió huyendo, por lo que ella se vio obligada a contratar los servicios de un abogado para que atendiera el caso y dar con el culpable.

“Contraté los servicios, primero de una abogada, pero no hizo nada. No resolvió el caso de mi esposo. Luego le tuve que pagar a otro abogado para que investigara y diera con el paradero del culpable del accidente en el que mi esposo perdió la vida. Él (este último abogado) logró citar al culpable, pero el chofer no se presentó y a final de cuentas no se resolvió nada”.

Externó que tras perseguir justicia para dar con el chofer que causó la muerte de su esposo, recibió en su casa la visita de desconocidos quienes le manifestaron que dejara de andar buscando problemas, de lo contrario ellos se encargarían de que no viviera para contarlo.

Por lo anterior, tomó la decisión de emprender la huida hacia Estados Unidos, sin importar que esta acción resulta peligrosa para una mujer que viaja acompañada de sus hijos menores de edad.

“Espero llegar a Estados Unidos para ofrecer a mis hijos una mejor calidad de vida y trabajar para ellos que es lo que siempre he hecho. Deseo vivir lejos de las amenazas de otras personas”.

Añadió que, de no lograr su objetivo, que es llegar al “otro lado”, analizará la posibilidad de quedarse a residir en México si las autoridades migratorias de este país se lo permiten. Aunque, por el momento, tiene en mente cruzar la frontera a como dé lugar.

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La mujer señaló que la travesía que emprendió hace un par de meses acompañada de sus hijos, uno de ellos, de 15 años, utiliza silla de ruedas debido a una discapacidad que padece, y otro de 8 años, no ha sido fácil debido a que se han tenido que enfrentar a situaciones difíciles durante el trayecto. Sin embargo, esta situación no la desanima a continuar su camino hacia Estados Unidos en donde la espera su hermano quien tiene más de 10 años viviendo en ese país y la ha apoyado económicamente desde que salió de Guatemala.