Lamentan migrantes guatemaltecos que, después de atravesar la República Mexicana para llegar a la frontera con la intención de solicitar asilo político a Estados Unidos, funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM) los vayan a deportar por permanecer ilegalmente en México.
Hace una semana Elizabeth Hernández, Sandy Gramajo y Beytín Manfredo García, tomaron la decisión de salir de Guatemala juntos, con la esperanza de hacer realidad el llamado “sueño americano”, pues aseguran en su país la situación económica es sumamente difícil.
Las dos mujeres y el varón viajan acompañados de sus hijos, 4 niños en total, el más pequeño de 2 años, le siguen uno de 7, y dos de 9, quienes al momento de la entrevista con sus padres por parte de este medio informativo, no dejaban de jugar, ya que ellos no son conscientes de lo que sus padres están viviendo por darles una mejor calidad de vida y asegurar un mejor porvenir.
EN GUATELAMA YA NO TIENEN NADA
Con estas familias se platicó en las instalaciones de la Casa del Migrante “Don Chon” a donde llegaron esta mañana, luego de permanecer 5 noches durmiendo en la vía pública sobre la banqueta que conduce a los peatones hacia Estados Unidos.
Los guatemaltecos se retiraron del lugar, a pesar de que ya habían obtenido una “ficha” para ser atendidos por autoridades estadounidenses, debido a que agentes del INM los amenazaron con deportarlos a su lugar de origen por no acreditar su legal estancia en México, optado por refugiarse y solicitar un lugar espacio para dormir y alimentos, en la Casa del Migrante “Don Chon” atendida por Asención Serna.
Por su parte, Elizabeth Hernández, considera que es muy triste que después de haber venido desde tan lejos para cruzar a Estados Unidos, los agentes de migración mexicanos los vayan a deportar.
“Nosotros no venimos a quedarnos aquí en México, nosotros vamos de paso. Queremos llegar a Estados Unidos, vamos a pedir asilo político porque a algunos familiares se los han otorgado y ahora nosotros tenemos Fe en que también nos lo darán”, externó la señora Hernández.
Por su parte, el señor Beytín Manfredo García señaló que a Guatemala ya no pueden regresar porque allá no tienen nada, todos los bienes materiales que poseían los vendieron y se gastaron sus ahorros para venir a la frontera, además renunciaron a sus empleos.
“En poco más de una semana que salimos de allá (Guatemala), hemos gastado unos 4 mil dólares cada uno y ni siquiera hemos logrado cruzar.
Vamos a seguir esperando a que nos atiendan, ojalá nos dejen llegar y no nos deporten”, expresó el padre de familia.
En Guatemala el salario mínimo es de 60 quetzales (8 dólares) por día y para hacer una comida, un caldo de res, para 6 personas que gastan 150 quetzales (20 dólares), refirió Beytín Manfredo.