Tener discapacidad visual no es un impedimento para que Martín Melendrez se despierte todos los días con ánimo de trabajar vendiendo leña, la cual él mismo corta, acomoda y entrega a sus clientes.
El señor Meléndrez platicó que hace 7 años empezó a perder gradualmente la vista debido a que tiene retinopatía diabética. Sin embargo, no ha dejado que esta situación lo afecte por lo que continúa llevando una vida normal.
Te podría interesar: María Elena Márquez confecciona piñatas navideñas
El comerciante es originario de esta ciudad, pero durante un tiempo se fue a vivir y a trabajar a Tijuana donde se desempeñaba como chofer de un camión en la Central de Abastos.
“Por varios años manejé un camión. Llevaba chiles, tomatillos, calabacitas y otros productos de Tijuana a San Quintín. Casi siempre manejaba de noche y eso me afectó la vista. Forzaba mucho los ojos y a parte la diabetes me dañó la vista”, mencionó.
Al residir en Tijuana, Martín Meléndrez también se dedicó a vender frutas como melones y sandías, ya que siempre se ha caracterizado, señaló, como una persona que le gusta trabajar para salir adelante por sí mismo.
Contó que los problemas de diabetes los padece desde hace 20 años. “Ahora ya no puedo ver, pero sigo trabajando. Vendo leña y también otras cosas para la casa como tinas de plástico, escobas, molcajetes, tazas de barro, sombreros y huaraches”.
En relación a la venta de leña, el comerciante refirió que la obtiene de árboles secos del valle de San Luis Río Colorado y Mexicali. Por lo general, son troncos y ramas de mezquite, eucalipto y cítricos.
En esta ciudad, la gente adquiere leña en invierno y la utilizan, sobre todo, para hacer fogatas y en menor cantidad para cocinar. “En tiempo de frío es cuando más leña se vende. Yo atiendo las 24 horas, todos los días. Si los clientes vienen y no me ven afuera pueden tocar la puerta de mi casa y los atiendo”.
Martín Meléndrez señaló que los compradores de leña deben tomar en cuenta a la hora de adquirirla que las piezas estén livianas y que no tengan cáscara, para lograr que al momento de encenderla no desprende mucho humo.
Debido a la discapacidad visual que padece, Martín tiene dificultades para colocarse en un empleo que le permita obtener el pago de una pensión. Por lo que optó, por seguir atendiendo el negocio que inició hace 15 años. Aunque, confesó, que no todo el tiempo las ventas son buenas.
A pesar de que no puede ver, Martín Meléndrez es quien parte la leña usando diversas herramientas como la motosierra, cinceles, serruchos, marros y cuñas.
RECIBE LAS NOTICIAS DE TRIBUNA DIRECTO EN TU WHATSAPP, SUSCRÍBETE AQUÍ
“Parto la leña con la bendición de Dios. Además de que ya tengo práctica y pues es cuestión también de perder el miedo”.
Para finalizar, el comerciante resaltó que la mejor temporada del año para la venta de leña es de noviembre a enero, por lo que cada año se prepara con anticipación para atender a sus clientes en el callejón Tlaxcala y la calle Nueve.